22 MAYO 2004
La mantilla es el accesorio nupcial con más tradición en España cuando la boda se celebra de mañana, pero, como ya ocurriese en la boda de las infantas Elena y Cristina, todas las invitadas al enlace del príncipe Felipe y la ya Princesa de Asturias han lucido elegantes pamelas, sombreros y tocados. Sólo la Reina y algunas otras invitadas, como la infanta Elena y Concepción Sáez de Tejada, han elegido la tradicional mantilla para acudir al enlace.
La catedral de la Almudena de Madrid, además de albergar hoy en su interior el primer enlace matrimonial de su historia, se ha convertido por unos minutos en un escaparate de moda en el que el complemento estrella ha sido, sin duda, el tocado. Sombreros, casquetes, discos... y, sobre todo, muchas pamelas. Y lo más destacado, el color. Amarillos, rojos, azules, verdes... ninguna tonalidad ha destacado más que otra, pues si algo ha predominado en los atuendos que han lucido las invitadas ha sido la diversidad de color. Mucha rafia, mucho tul, mucho sisal... para dar forma a estas pequeñas obras de arte y como elementos decorativos más destacados las plumas, las flores y los lazos.
Es difícil destacar cuáles han sido los complementos más bonitos que han lucido en sus cabezas las invitadas, pues como dice un viejo proverbio ‘para gustos se hicieron los colores’, pero entre las más originales han destacado la pamela de Paloma Cuevas, obra de Philip Treacy; la pamela de ala ancha plagada de plumas que lucía Marie-Chantal Miller, que nos recordaba a la que llevó la infanta Elena el día de la boda de su prima Alexia de Grecia; el casquete de Marta Luisa de Noruega, o el tocado de Carla Royo Villanova, ddiseñado por Candela Cort.
Hoy, junto a los modistos, que suelen ser los grandes protagonistas de estas pasarelas de moda improvisada, los diseñadores y creadores de sombreros, como Candela Cort, Mabel Sanz, Mariana Barturen, Suso y Miguel, de la sombrerería Conchita; Pablo y Mayaya Sombreros, entre otros, merecen una mención, pues aunque en la actualidad este complemento no se usa tanto como en otras épocas, en días tan especiales como el que está viviendo hoy el pueblo de Madrid vuelven a recobrar todo su esplendor y ponen una nota de distinción al acto.
Pinche aquí si quiere conocer más detalles sobre la elegancia de todas las invitadas a la boda real.
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