21 MAYO 2004
Doña Letizia, radiante con un vestido en shantung de seda natural y encaje de chantilly de color platino y peinada con moño italiano, se ha convertido, como no podía ser de otra forma, en el centro de todas la miradas de esta histórica cena de gala, despedida de soltera y antesala de su nueva vida como Princesa, que ha tenido lugar en el Palacio de El Pardo.
Si a lo largo de estos ocho meses, doña Letizia se iba incorporando a su nuevo papel oficial como novia de don Felipe, de alguna manera, hoy, la prometida del Príncipe lo ha hecho con un nuevo estatus: el de esposa y Princesa. A partir de este momento, doña Letizia ha dejado de ser un poco nuestra, la de todos, para envolverse del misterio y glamour que rodea a la realeza. Al igual que la princesa Máxima, también reconocida profesional antes de contraer matrimonio con su esposo, el Príncipe de Orange, doña Letizia ha tomado esta misma noche las riendas de su destino con aplomo, naturalidad e ilusión.
La real puesta de largo
Aunque en la boda real de Dinamarca doña Letizia recorrió junto al Príncipe, vestida de largo y perfectamente integrada en la realeza europea, la regia alfombra roja, son las imágenes de hoy las que marcan el punto del no retorno y el inicio de una nueva vida en Palacio.
Por primera vez, doña Letizia no ha sido invitada sino anfitriona, después de Sus Majestades, en una de sus residencias. La misma en la que se instalara Victoria Eugenia de Battenberg tras haber entrado oficialmente en el país, por Irún, acompañada de su prometido, Alfonso XIII, el 25 de mayo de 1906. Casi un siglo después, el incomparable marco de el Palacio de El Pardo ha vuelto a albergar a una novia real. Doña Letizia ha recibido en aquel mismo escenario a la realeza del mundo entero, a la familia de su prometido y a la suya propia. A la que ha dado la bienvenida, saltándose el protocolo, con profusos y sentidos abrazos. A sus abuelos paternos, Menchu Álvarez y José Luis Ortiz; a los maternos, Enriqueta Rodríguez y Francisco Rocasolano; a sus hermanas, Erika y Telma... A todos. Por fin doña Letizia ha debutado oficialmente como una verdadera Princesa, algo para lo que llevaba preparándose desde el mismo anuncio de su compromiso.
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