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El príncipe Felipe y doña Letizia saludan al público que se congregó a las afueras de la Catedral de La Almudena donde esta mañana ha tenido lugar el ensayo general de la boda
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El futuro matrimonio sale de la catedral de La Almudena, tras supervisar los últimos detalles de la boda real que se celebrará el próximo sábado




20 MAYO 2004
A tan sólo 48 horas de la boda real del siglo, el príncipe Felipe y doña Letizia Ortiz se han reunido por primera vez con los principales actores de su enlace para realizar un ensayo general en la catedral de La Almudena. Estuvieron con los prometidos en esta gran puesta en escena la reina doña Sofía y su hermana, Irene de Grecia; las infantas Elena y Cristina, los hijos de éstas y la sobrina de la novia, Carla Vigo, que actuará junto a los cinco nietos de los Reyes como paje en el cortejo nupcial.

El Príncipe y doña Letizia llegaron al templo sobre las once y permanecieron en su interior hasta la una aproximadamente. Durante el ensayo, en el que participó la Orquesta y el Coro de RTVE -vestidos con chaqué (ellos) y traje largo de color verde (ellas)-, la futura esposa del Heredero estudió la manera en que sus damas de honor debían recoger la cola de su vestido de novia cuando ésta girara de un lado a otro.

Los juegos de los pajes
La Reina y las Infantas, con sus hijos, acudieron poco después que los protagonistas al Palacio Real y a la catedral de la Almudena. Se trataba de la primera ocasión en la que las hermanas del novio se acercaban a los escenarios del enlace, aunque no doña Sofía y sus cinco nietos, que desde el pasado lunes llevan ensayando su actuación en el gran día. Una vez más, los pequeños de la familia -Froilán, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Victoria Federica y Miguel-, asi como la pequeña Carla, prepararon su papel en el cortejo nupcial, su llegada a la catedral, desde el Patio de la Armería del palacio, con una gran guirnalda de flores muy similar a la que deberán llevar el próximo 22 cuando acompañen a la novia hacia el altar. Entre ensayo y ensayo, los niños aprovechaban el descanso para jugar, saltar, correr y hacer las típicas travesuras infantiles.

Una vez concluida su jornada en La Almudena, don Felipe, que vestía americana marrón, pantalón beige y polo naranja, y doña Letizia, con un traje pantalón en color crudo y camiseta blanca, se dirigieron a la basílica de Nuestra Señora de Atocha para supervisar los preparativos del templo en el que la futura Princesa de Asturias ofrecerá su ramo a la Virgen.


   
 

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