La diadema, es de platino y diamantes y se caracteriza, además, porque lleva en el centro un precioso brillante, que cuelga, en forma de lágrima
Pinche sobre la imagen para ver las ampliaciones y otras fotografías
La reina doña Sofía la lució el día de su boda
6 ABRIL 2004
La diadema prusiana con la que se casó doña Sofía
De estilo imperio y definida, asimismo, como de línea helénica (por las columnas que recuerdan al Partenón y por los remates en hojas de laurel, con las que se coronaba a los atletas vencedores), esta fue la diadema elegida por la Reina doña Sofía para el día de su boda con don Juan Carlos en Atenas, el 14 de mayo de 1962.
La tiara fue un regalo del káiser Guillermo II de Prusia, último emperador alemán, a su única hija, la princesa Victoria Luisa, cuando ésta contrajo matrimonio, en 1913, con Ernesto Augusto III, heredero de la casa Hannover.
Platino y diamantes
Siguiendo la tradición de otras casas reales europeas, Victoria Luisa se la regaló a su hija Federica cuando ésta se casó con Pablo de Grecia, en 1937; quien, a su vez, se la entregó a la entonces princesa Sofía, con motivo de sus esponsales.
La diadema, es de platino y diamantes y se caracteriza, además, porque lleva en el centro un precioso brillante, que cuelga, en forma de lágrima. La Reina usó esta misma pieza, antes de la boda, en su puesta de largo y en la presentación oficial del Príncipe Juan Carlos y ella ante la prensa.
A sabiendas del especial cariño que doña Sofía siente por esta pieza, así como por la historia “nupcial” de esta valiosa joya, llama la atención que ni la infanta Elena ni Cristina la eligieran como adorno para el día de su boda. Un detalle que podría llevar a pensar que la pieza está siendo reservada, desde hace años, para las nupcias de la futura esposa del Príncipe de Asturias.