1 ABRIL 2004
La princesa Marie-Chantal lució el día de su boda con el príncipe Pablo de Grecia (celebrada en 1995) una pieza histórica de la colección de joyas de la Familia Real griega.
La tiara, que fue inicialmente un broche que perteneció, primero, a la reina Victoria de Suecia (esposa del rey Gustavo V desde 1881 hasta 1931, fecha de su muerte) y después, a la reina Ingrid de Dinamarca (nacida princesa de Suecia), fue el regalo que los Reyes de Dinamarca hicieron a la princesa Ana María (casada con el rey Constantino de Grecia) cuando ésta cumplió 18 años.
La tiara del corsario ha sido usada, especialmente, en la última década y, tan sólo, con ocasión de grandes celebraciones, por la princesa Alexia de Grecia y por su cuñada, la princesa Marie-Chantal Miller, quien la ha convertido en uno de sus complementos preferidos.
Marie-Chantal, que se casó en la catedral de St. Sophia, en Londres, con un precioso vestido de Valentino, en la actualidad es madre de Olimpia, Konstantinos y Achilles y espera un cuarto hijo para el mes de septiembre.
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