30 MARZO 2004
Se trata de una diadema de estilo neoclásico formado por platino y diamantes y que se caracteriza por llevar, en el mismo centro de la diadema, un precioso diamante colgando. También, por las columnas que recuerdan al Partenón que han sido coronadas por hojas de laurel.
La tiara en su origen perteneció a la princesa Victoria Luisa de Prusia, abuela de doña Sofía, quien la recibió en 1913 como regalo de su padre, el káiser Guillermo II de Prusia, con motivo de su boda con Augusto III de Hannover. La historia se repetirá años después, más concretamente en 1937, cuando su única hija, la princesa Federica, se case con el rey Pablo de Grecia. La tiara sigue su camino de madre a hija, cuando doña Sofía se casa Sofía con don Juan Carlos el 14 de mayo de 1962, en Atenas.
Una de sus favoritas
Podría decirse que es la tiara de las bodas y una de las preferidas de doña Sofía. La Reina la usó el día de su puesta de largo (18 años) y también antes de su boda, en la presentación oficial del príncipe Juan Carlos y ella ante la prensa.
¿Cuál lucirá doña Letizia?
La tiara ha sido usada posteriormente por sus hijas, las infantas Elena y Cristina, en numerosas ocasiones y habría que señalar que posiblemente no la eligieron el día de sus bodas para reservarla, quizás a la que habría de erigirse como futura princesa de Asturias. De hecho, las dos que se manejan como posibles son la ansorena y la prusiana, aunque por la sencillez de doña Letizia y lo poco que le gustan las joyas, lo más probable es que elija la prusiana.
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