17 MARZO 2004
Como todas las parejas de la realeza europea, no han elaborado lista de boda con recomendaciones para sus invitados, por lo que cada uno obsequia lo que considere más apropiado, cuidando que el objeto sea de materiales nobles y una excelente manufactura. El Príncipe Felipe y doña Letizia, como manda la tradición, no han tenido necesidad de sugerir qué les gustaría recibir o si echan algo de menos.
Todo empezó el pasado 6 de noviembre, día de la petición de mano, cuando el Príncipe Felipe le regaló a doña Letizia un anillo de oro blanco y diamantes y, ella a él, unos gemelos de oro blanco y zafiros. Un acontecimiento en el que también se intercambiaron unos presentes históricos de incalculable valor; ella le obsequió con un antiguo ejemplar, de edición limitada, de El doncel de Don Enrique el doliente, de Larra y, don Felipe a su prometida, con un collar de perlas y zafiros que perteneció a la Reina Sofía y cuyo legado tiene un gran significado para la futura Princesa de Asturias.
Desde entonces, no han dejado de recibir regalos, la lista no ha hecho nada más que aumentar y, en los últimos días se ha disparado. En todos los consistorios, instituciones, gobiernos autonómicos, asociaciones, fundaciones e, incluso, hogares se están preparando los regalos para la joven pareja con motivo de su enlace. Mientras, desde Zarzuela, se apresuran a contestar agradeciendo cada regalo.
La importancia de la presentación
Las Casas Reales suelen enviar el regalo por medio del embajador acreditado en nuestro país, o bien lo trae la real persona en el momento de la visita y lo envía «en mano» al palacio de la Zarzuela. Este último sistema puede ser utilizado también por los demás invitados que deseen enviar un presente. El paquete debe mostrar un cuidado envoltorio y debe incluirse un tarjetón personal con unas breves líneas como: «Deseo/Deseamos a Su Alteza Real el príncipe de Asturias y a doña Letizia Ortiz la mayor felicidad » o «Nuestras felicitaciones a Su Alteza Real el príncipe de Asturias y a doña Letizia Ortiz». El sobre debe estar dirigido a Su Alteza Real el príncipe de Asturias y tener remite para que posteriormente se pueda agradecer el presente enviado, con el agradecimiento correspondiente.
Cabe destacar que los obsequios no deben tener marcas comerciales o anagramas de ningún tipo y se envían dentro de los diez o quince días posteriores a la recepción de la invitación.
Algunos ya han llegado a la casa del Príncipe y otros están de camino o en proceso porque muchos son totalmente artesanales y requieren una delicada elaboración. Son regalos tradicionales, representativos, originales, curiosos e inimaginables. De lo que no cabe duda es de que, en su nueva vida juntos, no faltará nada.
|
)
)
