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Los recién casados, cortando la tarta nupcial.
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Los vinos de 'Chassagne-Montrachet' fueron algunos de los exquisitos caldos servidos en el banquete.




5 MARZO 2004
El Palacio Real de Amsterdam, situado en la Plaza Dam de la ciudad, acogió el 2 de febrero de 2002 la celebración de la boda de los príncipes herederos Guillermo y Máxima de Holanda. Tras el saludo desde el balcón de palacio, los cientos de invitados tuvieron ocasión de felicitar a los recién casados para, posteriormente, pasar al salón principal donde tuvo lugar el banquete nupcial y del que, hasta el último momento, no trascendió ningún detalle.

Así, el millar de asistentes pudo disfrutar de un menú muy variado compuesto por un cóctel de langostinos como plato entrante, y ’tartelette de rodaballo con salsa de vino blanco’ y ‘medallones de corzo asado con salsa de tomillo y lombarda’ como platos principales. Delicias de arándano y patatas duquesa completaron el menú que, como no podía ser menos, culminó con la esperada tarta nupcial. Los contrayentes se encargaron del primer corte de tan dulce manjar ante los aplausos de los representantes de todas las casas reales.

En el apartado de los vinos, los alrededor de mil asistentes a la celebración pudieron acompañar los platos con excelentes caldos como Chassagne-Montrachet Premier Cru, Morgeots 1996, Chateau Figeac 1975 o Argentina Chandon Brut.


   
 

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