29 ENERO 2004
No dispuso de armas oficiales hasta hace casi tres años y era, entre todos los Príncipes herederos de Europa, el único que no tenía una señal de nobleza. El consejo de Ministros aprobó el pasado 16 de marzo de 2001 un Real Decreto por el que se creaba el Guión y el Estandarte del Príncipe de Asturias, en el que figuran las armas propias de don Felipe. Con este Real Decreto, el Rey autoriza al Príncipe a usar algunas piezas de la armería familiar –sólo heredadas por derecho de sangre-, siguiendo, tal y como implantaron los Borbones, una antigua tradición de la Casa Real Española. Se completa, también, esta decisión, en lo que a protocolo se refiere, con la personalización de la presencia del Príncipe de Asturias en actos castrenses.
Un guardia real seguirá al príncipe con el Guión
Cumplimentado y modificado queda, entonces, el Reglamento de Banderas y Estandartes, Guiones, Insignias y Distintivos pendiente de que se creara el Escudo de Armas del Príncipe desde que, en 1984, por otro Real Decreto, se le concedieron a éste los honores militares. Honores que, ahora, han quedado simbolizados con este Estandarte y este Guión que el Rey de España le permitirá usar por tratarse del Príncipe de Asturias.
Por ello, cuando don Felipe visite una unidad militar –Tierra, Mar o Aire- verá su estandarte presidiendo el lugar más importante del lugar. Y detrás de él, a su espalda, un oficial de la Guardia Real con el Guión, una especie de banderín en el que también están representadas sus armas. Armería que, tal y como dicta la tradición, se ha diferenciado de la del Rey con un Lambel azul de tres pies situado sobre un Castillo de Oro, de Castilla y un León rampante, de León.
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