Steven Spielberg fue su padrino, quien logró sacarle de un circuito que consistía en el rodaje de comerciales (llegó a ser el rostro de los coches Chevrolet) y algún que otro papel, en su mayoría bastante insignificantes, pero que sin embargo le ayudaron a cosechar amistades que, a la larga, le ayudarían en su sueño hacia la fama, como el actor y guionista Jon Favreau. El ojo avizor de Spielberg logró descubrirle en su papel de Martini en “Swingers”, una película que descubría la llamada “nación del cóctel”, un movimiento retro propio de los garitos de swing en los años noventa. Y habló Spielberg con contundencia haciendo referencia a Vince Vaughn: “Una nueva estrella del celuloide, un futuro icono americano. Sólo nace alguien así cada seis o siete años”. Claro, el cineasta más reputado de Hollywood no iba a dejar escapar tan fácilmente a su descubrimiento y le ofreció un papel en todo un taquillazo, la segunda parte de “Parque Jurásico” que, bajo el título de “El mundo perdido”, volvió a hacer las delicias de los seguidores a ultranza de los dinosaurios caminando por nuestro planeta.
Corría el año 1997, cuando Spielberg le brindó la mejor rampa de lanzamiento para hacerse estrella de prestigio internacional. Y Vince Vaughn, sin olvidar ese aire campechano y risueño que le acompaña desde sus primeras actuaciones, no le defraudó. A raíz de aquel trabajo, le llovieron las ofertas y él fue eligiendo dónde y con quién trabajar. Entre su extensa filmografía caben destacar títulos como “Regreso al paraíso”, “Psicosis”, “La celda”, “Starsky&Hutch”, “Sr. y Sra. Smith”, donde compartió protagonismo con Brad Pitt y Angelina Jolie (la de vueltas que da la vida), y “Separados”, una comedia romántica, registro extraño en su filmografía, cuya contraparte femenina era nada menos que Jennifer Aniston.
Rodaron este filme en un momento muy delicado para la actriz: su corazón andaba roto con todas las noticias que circulaban en torno a la radiante felicidad del que fue su ex marido, Brad Pitt, con la bellísima Angelina Jolie. Y Vince Vaughn, su compañero de reparto, les conocía a ambos y había estado presente en el momento que, al parecer, había surgido el amor, durante el rodaje de “Sr. y Sra. Smith”. No se sabe si por hacerse con algo de información adicional, o simplemente porque le atrajo el actor con el que tenía que batallar un amor lleno de disputas en la ficción, lo cierto es que Jennifer Aniston se acercó más y más hacia Vince Vaughn, uno de esos extraños solteros de oro que aún quedan en Hollywood. Él la tomó bajo sus fuertes brazos y, durante un tiempo largo, la consoló. Luego… Eso ya fue otra historia.