De padres andaluces, Vanessa Lorenzo nació en Badalona (Barcelona) en 1977. Con tan sólo 10 años, tuvo su primer trabajo en el mundo de la moda: ser imagen para la firma inglesa Pepe Jeans. Y es que, aunque muy joven, esta chica ya poseía unos rasgos muy fotogénicos y atractivos.
Su empujón definitivo para entrar de lleno en el mundo de la moda le llegó con 16 años cuando quedó segunda en el concurso de la agencia Elite The Look of the Year. Tras este triunfo, comenzó a recibir continuas ofertas de trabajo y se convirtió en una maniquí de pasarela muy particular debido a una estatura 1,70 metros de altura- muy escasa para esta profesión. Sin embargo, su elegante desfilar y su cuerpo de cintura de avispa hicieron que se convirtiera en una de las modelos más cotizadas.
Diseñadores de todo el mundo la han requerido para subirla a la pasarela. Así, ha desfilado para Lolita Lempicka, Bluemarine y Laura Biagiotti, entre otros. Además, es un icono y una maniquí habitual de las pasarelas españolas.
Como imagen de campañas, esta rubia de ojos vivos ha trabajado para L"Oreal, Yves Saint Laurent, Armani, Dior y Pantene. Además, fue rostro del perfume Roma de Laura Biagiotti.
El cine, su nueva meta
Vanessa ha trabajado ya en tres producciones cinematográficas. Dos son españolas, Entreacto (1989) y El topo y el hada (1998), y la otra, italiana. El nombre de esta última cinta, dirigida por Leonardo Pieraccioni, es Fuochi d"artificio (Fuegos artificiales).
En cuanto a su vida privada, Vanessa mantuvo un largo noviazgo con el modelo Jordi Roselló con el que comentó que se casaría algún día. Sin embargo, la relación no funcionó.