Salma es hija de Sami Hayek Domínguez, un empresario libanés, y Diana Jiménez, una cantante de ópera. Desde muy pequeña le llamó la atención la actuación. Durante su adolescencia estudió en un convento de Louisiana, Estados Unidos. Al parecer, a Salma no le gustaban las reglas del lugar ya que se rebeló y, por lo mismo, fue expulsada. Después, vuelve a México en dónde comenzó la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana. Durante la carrera, se dio cuenta de que su verdadera vocación era la actuación. Así que decidió no perder más el tiempo, dejar sus estudios en Relaciones Internacionales, y empezar a estudiar actuación.
Su primer trabajo como actriz fue en 1988, obtuvo un papel en la obra de teatro Aladino. Rápidamente, y gracias a éste trabajo, le ofrecen su primer papel en la pantalla chica, en la telenovela Primer Amanecer. A partir de este momento, todo sucede muy rápido en la carrera artística de Salma, tan solo un año después, conquista al público con su papel protagónico en la famosa telenovela Teresa.
Al terminar este proyecto, una vez más, la actriz toma una decisión acertada y se muda a los Ángeles, Californa. Es en Estados Unidos que continúa su formación y carrera de actriz. Los primero años, le fue complicado crecer, ya que, a principios de los años noventa, las actrices latinas no solían ser tomadas en cuenta para papeles importantes en las producciones de Hollywood.
La perfecta sincronía entre el haber tomado las decisiones correctas, temporalidad, el no rendirse y sus cualidades como actriz -que proyecta maravillosamente- son algunas de las cosas que la llevaron al momento clave de su carrera. Salma había actuado en algunas series de televisión estadounidenses, por lo que, en 1992, la invitaron a participar en el Show de Paul Rodríguez. La actriz brilló y expresó -de forma sarcástica e inteligente- su frustración ante la situación profesional a la que se enfrentaba en esos momentos y, casualmente, el famoso director de cine, Robert Rodríguez, estaba viendo el Show de Paul Rodríguez. Es así como Salma llamó la atención del director y su esposa, Elizabeth Avellan, quienes no la olvidarían y, tiempo después, en 1995, le ofrecieron la oportunidad que la hizo despegar en Hollywood: protagonizar la película Desperado, junto al guapo y famoso Antonio Banderas.
La guapa e impactante, Salma Hayek, se ha caracterizado por no perder el tiempo y tener sus objetivos muy claros, el siguiente paso fue emprender su propia casa productora: Ventanarosa. Desde el inicio de los años noventa hasta la fecha del día hoy, la actriz no ha dejado de trabajar en importantes producciones cinematográficas, algunas de Robert Rodriguéz, en las cuales ha actuado junto a importantes actores como: George Clooney, Quenitin Tarantino, Mattew Perry y Russel Craw, entre muchos otros.
Salma logra hacer realidad uno de sus sueños coproduciendo importantes filmes como El coronel no tiene quien le escriba -basada en la novela del famoso escritor colombiano, Gabriel García Márquez- y Frida. Participar en esta última producción la llenó de orgullo e ilusión ya que tuvo la oportunidad de interpretar a Frida Khalo, uno de los grandes íconos de nuestro México. Papel por el cual fue nominada a Mejor Actriz en la entrega de premios Oscar del 2003.
Después de varios años de trabajar para proyectos cinematográficos, Hayek vuelve a la pantalla chica con la serie Ugly Betty que posicionó rápidamente entre las favoritas del público y, en el 2007, ganó el premio Golden Globe a Mejor serie de Comedia. La actriz ha bajado su ritmo de trabajo desde que tuvo con François-Henri Pinault , a la niña de sus ojos.
En cuanto a su vida personal, la primera pareja conocida de Salma fue Edward Norton, era de esperase que este romance llamara la atención de los medios debido a la fama de ambos. Muchos creyeron que terminaría en boda, pero no fue así, y en el 2003 pusieron fin a su relación quedando como buenos amigos. Poco después, el amor vuelve a tocar a su puerta y comienza una relación de 11 meses con Josh Lucas.
Fue hasta el año 2007 que -tras unos meses de relación con François-Henri Pinault, el heredero del conglomerado de marcas de lujo PPR- sorprendió con la doble noticia de que iba a ser madre y que estaba comprometida con el multimillonario. El 21 de septiembre del mismo año nació la bebé, Valentina Paloma, convirtiéndose así Salma en madre por primera vez y François-Henri por cuarta vez - ya era padre de Francois y Mathilde, frutos de su primer matrimonio, y August, fruto de su relación con la modelo Linda Evangelista-. La pareja tuvo algunos problemas, razón por la que estuvieron separados por un tiempo. Con el paso del tiempo y tras algunos reencuentros, superaron sus diferencias y, el 14 de febrero del 2009, se casaron en una ceremonia civil que se llevó a cabo en Paris.