Corría el año 1996 cuando Raquel Mosquera contraía matrimonio con Pedro Carrasco. Él había sido un famoso boxeador en los años setenta y había estado casado nada menos que con Rocío Carrasco. Habían tenido una hija, Rocío, y se habían separado en 1989, después de trece años de matrimonio. Raquel era veintiséis años menor que su esposo: él tenía 53 y ella, el día de su enlace, aún no había cumplido los 27.
Aquella diferencia de edad hizo que la relación entre el ya exboxeador y su mujer diera mucho de qué hablar. Sin embargo, no fue la brecha generacional la que los separó, sino la tragedia: a los 57 años de edad, Pedro fallecía de manera fulminante a causa de un ataque al corazón. Dejaba a Raquel Mosquera viuda con solo 31 años. Su matrimonio ni siquiera duró un lustro. La excelente relación entre Raquel y Rocío Carrasco, que fue la madrina de la boda entre ella y Pedro Carrasco, se ha ido deteriorando a lo largo del tiempo, tal como la propia Rocío ha confirmado en los últimos años.
¿Cuántas parejas ha tenido Raquel Mosquera?
La primera conocida es, como sabemos, Pedro Carrasco. Pero cuatro años después de enviudar, Raquel se unió sentimentalmente a Tony Anikpe, un empresario nigeriano con el que se casó y tuvo una hija. Se separaron en 2007. Mosquera había descubierto que los continuos viajes de su segundo marido a su país natal se debían a que había formado otra familia allí.
Ha habido una tercera vez para Raquel y parece que es la definitiva. Siete años después de su divorcio de Tony conoció a Isi, otro empresario nigeriano. Desde entonces, no se han separado. Se casaron en julio de 2024, tras una pedida de mano sorpresa, en la parroquia de San Miguel Arcángel de Las Rozas, localidad en la que residen.
¿Cuántos hijos tiene Raquel Mosquera?
Raquel tiene dos hijos de dos relaciones diferentes. Raquel, la mayor, nació en 2006 y es fruto de su historia de amor con Tony Anikpe. Romeo, el menor, llegó al mundo en 2015, y su padre es Isi, la actual pareja de la peluquera y empresaria. Ambos viven con ella y con su marido.
¿A qué se dedica Raquel?
La vida profesional de Raquel Mosquera se divide entre su pasión, la peluquería y la estética, y la consecuencia de ser un personaje célebre. Dentro del mundo de la estética, se convirtió en emprendedora hace ya años y regenta un salón de belleza en la localidad madrileña de Las Rozas que comenzó siendo peluquería y ha ido ampliándose a otras disciplinas: asesoría de imagen, maquillaje, servicios de esmaltado o tratamientos capilares, entre otros. En 2018 abrió, junto a su actual pareja, una cafetería en otro municipio de Madrid: Móstoles.
Su condición de celebridad le ha abierto una enorme puerta gracias a las redes sociales, donde acumula un millón de seguidores y le sirven de altavoz para promocionar su trabajo. Pero también la han hecho pasar por numerosos platós de televisión y unos cuantos realities, como por ejemplo Supervivientes, Expedición imposible, Mira quién salta o Ven a cenar conmigo. En cualquier caso, un ejemplo de resiliencia y superación, ya que ha pasado por momentos de salud muy delicados.
¿Cómo se llama la enfermedad que ha padecido Raquel Mosquera?
El problema de salud mental que padece Raquel se llama trastorno bipolar. Se trata de una condición por la cual la persona que lo sufre padece crisis en las que se alternan episodios maniacos y episodios depresivos. Los primeros se caracterizan por una actividad inusual, y una euforia o un estado de irritación muy elevados. En estos episodios se habla muy rápido, los pensamientos se entrecruzan, el enfermo se siente especialmente poderoso o importante… Sin embargo, cuando aparece un pico depresivo, el paciente pierde el interés en todo, habla despacio y tiene problemas para dormir (o duerme demasiado).
En el caso de Raquel, supimos de alguna hospitalización tras la muerte de Pedro Carrasco, y en el año 2021 sufrió dos brotes psicóticos que la llevaron de nuevo a ser ingresada. Al parecer, y según se contó en su momento, a sus episodios de salud mental podría haberse unido el hecho de que la empresaria podría estar atravesando serias dificultades económicas.