Petra Nemcova (que tiene una hermana llamada Olga) nació en Karviná (República Checa) a mediados de 1979. De nariz afilada, ojos seductores y una altura de más de 1,77 metros, que a nadie deja indiferente, se convirtió en una de las modelos más cotizadas tras ser elegida como una de las maniquíes preferidas por la revista Sports Illustrated para sus números especiales de bañadores. Descubierta por un cazatalentos mientras caminaba por las calles de su ciudad, su primer trabajo para esta publicación tuvo lugar en 2001. Un año después, volvía aparecer en otro reportaje para mostrar las últimas tendencias en bañadores y, en 2003, triunfaba siendo elegida para la portada de esta revsita, un lugar que han ocupado modelos como [Heidi Klum visor] o [Judit Mascó visor], quienes vieron impulsadas sus carreras internacionales gracias a este trabajo.
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Tras su consolidación en el mundo de la moda, Petra ha trabajado como imagen de destacadas firmas, sobre todo de cosméticos, como por ejemplo Clarins, Lancaster o Max Factor.
No obstante, su vida sufrió un duro revés durante las navidades de 2004. Ella y su pareja, el fotógrafo británico Simon Atlee, se encontraban de vacaciones en Phuket (Tailandia), cuando fueron sorprendidos por un devastador tsunami. Petra consiguió trepar a un árbol, donde pasó ocho horas. Sin embargo, su novio no sobrevivió a las terribles olas de más de cinco metros de altura, noticia que se confirmó a principios de marzo cuando su cuerpo fue hallado sin vida.
Petra sufrió la rotura de la pelvis, así como distintos daños internos. Tardó meses en recuperarse, aunque esta terrible situación le hizo ver la vida desde otro ángulo. Por eso, desde ese momento anunció que se retiraba del mundo de la moda y que sólo trabajaría como modelo cuando fuera por causa benéfica ("Lo haré siempre que haya un significado y una buena causa detrás", matizó) . De hecho, creó la fundación Happy Hearts (Corazones felices), con la que promueve la construcción de colegios y dormitorios para los niños huérfanos por el tsunami, los cuales también tendrán la posibilidad de recibir la asistencia psicológica que precisen. "Es muy duro ver la mirada de estos niños llena de confusión, miedo y desamparo. Deseo intentar ayudarles para superar eso, y darles estabilidad", comentó durante la celebración de su 26º cumpleaños, poco después de la catástrofe.