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natalia vodianova© GettyImages

Natalia Vodianova

Su historia parece sacada del cuento de la Cenicienta del siglo XXI. Natalia Vodianova nació y creció en un hogar pobre, donde el trabajo de su madre y el suyo en el mercado eran las únicas vías para llevar ingresos a casa, sin embargo un buen día un cazatalentos se fijó en ella y acabó convirtiéndose en una de las tops más cotizadas del mundo. No faltó su particular príncipe, Antoine Arnault, heredero del grupo LVMH, uno de los mayores conglomerados del lujo mundial


26 de junio de 2024 - 13:52 CEST
Nizhny Novgorod, Rusia

¿Hay ángeles terrenales? ¿Hay cuentos con final feliz? ¿Hay belleza que emana de dentro e ilumina el rostro, los gestos o la sonrisa? ¿Lo hay? Tal vez sí y su manifestación se llama Natalia Vodianova, la top model que llegó del frío para revolucionar las pasarelas con su 1,76 de estatura y sus rasgos aniñados, tanto que llegó a ser considerada la nueva Lolita de la moda.

La dura infancia de Natalia Vodianova

Nacida el 28 de febrero de 1982 en Gorki, a 500 kilómetros de Moscú (hoy Nizhny Nóvgorod), la infancia de Vodianova fue extremadamente difícil. Fue una niña nacida en un país bastante gris y abandonada por su padre, que desapareció de su vida cuando la pequeña aún no había cumplido los dos años de vida. Su madre, sin recursos económicos, ni posibilidades de mejorar su situación familiar, tuvo dos hijas más con dos padres distintos. La pequeña, Oksana, nació con parálisis cerebral y un grado profundo de autismo. Ninguno de los hombres en la vida de la madre de Natalia permaneció a su lado durante mucho tiempo, así que le correspondió a ella sola alimentar y educar a sus niñas. Cogió un puesto en el mercado de frutas y verduras del pueblo, su única fuente de ingresos.

La pequeña Natalia, con once años, ayudaba a su madre a vender la fruta, cargaba con pesadas cajas, pasaba frío y terminaba agotada. Además asistía al colegio, donde otros niños se reían de ella, por sus piernas flacuchas, su cara de hambre, sus ojos demasiado expresivos y su ropa deshilachada.

Compaginaba la moda con un puesto de verduras en un mercado

A los quince años encontró un trabajo eventual como modelo en una agencia, pero entre trabajo y trabajo, para ayudar a su familia, instaló un puesto de verduras en el mercado que conocía tan bien, junto a una amiga. Desde luego, Natalia Vodianova debía ser, por aquel entonces, la "verdulera" más bella del cuento de hadas. Hasta que un buen día, un cazatalentos la descubrió en un casting y le propuso un trabajo como modelo en París. La única condición es que tenía que aprender a hablar inglés. Así que se puso a estudiar el idioma y en tres meses voló a París. Tenía entonces 17 años.

Supernova

Ella, al principio, no quería irse a vivir tan lejos de su familia, y fue su abuela quien la animó, ya que presentía que esta era su gran oportunidad y le pagó el billete de avión. Allí fichó para la agencia Viva Model Management y empezó a hacer sus primeros trabajos. No ganaba mucho dinero con ello, pero era un salario muy superior al que tenía en Rusia. Ahí empezaron a llegar sus primeras portadas y su rápido ascenso en el mundo de la moda le hizo ganarse el apodo de 'Supernova', que a día de hoy utiliza en su cuenta de Instagram (@natasupernova).

Con unas medidas de 86-61-86 y 1,76 m de estatura, en las pasarelas de París, Milán, Nueva York y Londres la adoraban y hasta llegó a colgarse las alas convertida en uno de los ángeles de Victoria’s Secret.

Su primer matrimonio con Justin Portman

A los dieciocho años, cuando todavía llevaba poco tiempo acostumbrándose a su nueva vida, conoció al aristócrata inglés Justin Portman, veintitrés años mayor que ella, y se enamoró perdidamente de él.

Poco después se queda embarazada y a los diecinueve años nace su primer hijo, un niño al que llamó Lucas Alexander. Ser madre no frenó su carrera de modelo. A las seis semanas de dar a luz estaba de nuevo sobre las pasarelas, abriendo el desfile de Yves Saint Laurent.

Con su pequeño convertido en el centro de sus vidas, la pareja decidió formalizar su relación y en 2002 se dieron el 'sí, quiero' por partida doble, primero en una ceremonia llevada a cabo en Londres y después otra en San Petersburgo, bajo el rito ortodoxo. Ese mismo año, cuando su hijo aún tenía diez meses, firmó un contrato millonario que la relanzaría al olimpo de las diosas de la pasarela. Se convirtió en la nueva imagen de Calvin Klein sustituyendo así a la supermodelo Kate Moss.

Natalia y Justin se convirtieron en padres de nuevo, en marzo de 2006, de una niña a la que llamaron Neva. Tardó en nacer diez días más de lo esperado y al día siguiente, salieron del hospital londinense en el que llegó al mundo y un mes después, la top rusa volvía a trabajar tras una recuperación exprés.

A los pocos meses, volvió a quedarse embarazada y en septiembre de 2007 nació su tercer hijo, al que llamaron Viktor. Una vez más, su recuperación postparto fue un visto y no visto.

La historia de amor de Natalia Vodianova y Antoine Arnault

En 2008 la rusa conoció al que acabaría convirtiéndose en su segundo marido, Antoine Arnault, el heredero de una de las mayores fortunas del imperio del lujo LVMH durante una sesión de fotos para una campaña de Louis Vuitton, aunque ella no le hizo apenas caso. Sin embargo, no fue hasta 2011 cuando su historia de amor con Justin Portman llegó a su fin cuando sus caminos volvieron a cruzarse. Arnault, quien quedó impactado por la belleza de Vodianova, al enterarse de que la modelo se había divorciado no dudó en escribirle un mensaje para pedirle una cita y el resto como se suele decir, es historia.

Natalia que en un primer encuentro ni siquiera se había fijado en Arnault quedó prendada de la sencillez del empresario, quien al igual que ella era un enamorado de la isla de Ibiza, donde ambos poseían casa sin saberlo y encima situada a escasos metros una de la otra, por lo que eran vecino y ni siquiera lo sabían.

La chispa entre ellos surgió en la segunda cita, que tuvo lugar en un restaurante parisino y su relación salió a la luz poco después y fascinó al mundo entero.

Él viajaba cada fin de semana a Londres para estar con ella hasta que finalmente le pidió que se fuera con sus hijos a vivir con él a París. Ella aceptó y tras formalizar su relación, en 2013 anunciaron que estaban esperando su primer hijo en común, un niño, al que llamaron Maxim, que nació en mayo de 2014.

¿Cuántos hijos tiene Natalia Vodianova?

El año siguiente, en 2015, Natalia se quedaba embarazada de nuevo. Era su quinto hijo y el segundo para Antoine. Era otro niño, al que pusieron de nombre Roman. A los quince días ella volvió a las pasarelas de la mano de Givenchy.

A principios de 2020, la pareja dio a conocer sus intenciones de convertirse en marido y mujer. A pesar del estallido de la pandemia, ellos decidieron seguir adelante con sus planes de boda para ese mismo año, aunque no pudieron celebrar la gran boda que todos esperábamos.

En septiembre de 2020, se casaron por sorpresa en una ceremonia civil celebrada en el Ayuntamiento del distrito XVI de París, ante un pequeño grupo de familiares y amigos, cumpliendo así con las restricciones sanitarias. Después anunciaron al mundo que se habían casado a través de Instagram.

Naked Hearts Foundation

Hoy en día, Natalia Vodianova continúa trabajando en el mundo de la moda, aunque dedica la mayor parte de su tiempo a la filantropía a través de su fundación Naked Hearts Foundation, dedicada al cuidado de niños con discapacidad en Rusia y en muchos otros países.

¿Dónde vive Natalia Vodianova?

Como hemos señalado anteriormente, tras comenzar su historia de amor con Antoine Arnault cambia Londres por París, concretamente por un dúplex situado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad del amor.

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