La princesa Magdalena es la hija pequeña de los Reyes de Suecia. Es, por tanto, hermana de la princesa heredera, Victoria de Suecia, y del príncipe Carlos Felipe. Tras el Acta de Sucesión del año 1979, que entró en vigor el 1 de enero de 1980, la princesa Magdalena es tercera en la línea de sucesión a la Corona sueca. Muy consciente de esta responsabilidad, afirmó que con los años ha logrado aceptar su posición y prepararse para sustituir, como regente interina, a sus padres y hermanos ante cualquier viaje u otro tipo de situación imprevista.
Una vez finalizados sus estudios secundarios, que superó con éxito en el instituto Enskilda de Estocolmo, se abría ante la Princesa un abanico de posibilidades. Por una parte, la razón le decía que debía matricularse en un curso de arquitectura y decoración de interiores en la prestigiosa escuela Design de Florencia; por otro lado, el corazón (según apareció publicado en el diario sueco Expresen) le aconsejó seguir un curso intensivo de inglés en la capital británica.
En Londres la Princesa trató de pasar desapercibida, de ser una estudiante más que disfruta de las calles londinenses con los amigos y compañeros de estudios. Pero no fue posible. Tal vez, su belleza; con seguridad, su posición hicieron que la estancia de la Princesa en Londres despertara tanto interés que los Reyes de Suecia sugirieron a la Princesa que abandonara Londres. Un consejo que siguió, cansada de no poder realizar su gran sueño: ser una chica más. Años después Magdalena cambiaría Londres por Nueva York para continuar su formación. La hija menor de los Reyes de Suecia realizó una serie de prácticas para la UNESCO.
En enero de 2003, Magdalena de Suecia se matriculó en la Universidad de Estocolmo, donde comenzó sus estudios en Historia del Arte. Tras esto y ya metida en faena, la Princesa comenzó en el otoño de 2004 un curso de etnología en la misma Universidad. A esta formación hay que sumarle su dominio en los idiomas, habla Inglés, alemán, sueco y francés con fluidez.
Amante del ciclismo y la hípica suele practicar esquí, aunque sus grandes debilidades son el teatro, la danza y el arte en general. Pero dejando de lado sus grandes hobbies, Magdalena ha seguido los pasos de su madre y se ha embarcado junto a ella en la Fundación Mundial para la Infancia (World Childhood Foundation), la ONG creada y presidida por la reina Silvia.
Magdalena ha vivido estos últimos años pendiente de que su hermana Victoria. ¿El motivo? La larga espera del anuncio de su boda con Daniel Westling. Y es que según una regla no escrita, la Princesa Magdalena tenía que esperar a que su hermana mayor diera el primer paso para ir altar para poder ella hacer público su compromiso oficial con el abogado Jonas Bergström con el que comenzó a salir en el año 2002.
Por este motivo, y una vez hubo hecho público Victoria su compromiso oficial, Magdalena no tuvo ningún motivo para callar y en el mes de agosto de 2009 anunció también su enlace, aunque en esta ocasión no señaló fecha dejando entrever que sería en otoño de 2010.
Magdalena y Jonas se conocieron cuando la princesa Magdalena tenía 17 años. Lo suyo fue amor a primera vista. Dos amigos comunes, Nathalie Rosta y Dag Werner, les presentaron en otoño de 2002 e inmediatamente ocurrió el flechazo. Jonas no perdió el tiempo y la invitó luego a cenar a un restaurante italiano en el elegante barrio de Östermalm (Estocolmo).
Lo demás es historia: se hicieron novios y comenzaron a convivir un año después, en 2003, en un céntrico piso de la capital sueca. Pero las cosas de Palacio van más despacio y, antes de alcanzar la meta nupcial, tuvieron que echar el freno, como hemos señalado anteriormente, a la espera de que la Heredera y Daniel Westling anunciaran su compromiso, hecho que tuvo lugar el 24 de febrero de 2009. Una vez que su hermana hubo anunciado la fecha de su enlace, la que tuvo lugar el 29 de abril de 2011, Magdalena tenía vía libre y en agosto de 2009, la Casa Real sueca anuncia el compromiso matrimonial de la princesa Magdalena y Jonas Bergström. Una boda que nunca llegó a llevarse a cabo.
En los primeros días de abril de 2010 saltó la noticia de que la pareja estaba atravesando una crisis, la princesa decidió abandonar la casa que compartía con Jonas y trasladarse al palacio real, un hecho nada común en una pareja que está a punto de 'darse el sí quiero' y que desató todas las alarmas. Veinte días después, más concretamente el 24 de abril la Casa Real sueca confirmaba los rumores y anuncia oficialmente la ruptura del compromiso matrimonial de la princesa Magdalena de Suecia y Jonas Bergström. "La princesa Magdalena y el abogado Jonas Bergström han decidido, de común acuerdo, terminar su relación" rezaba el escueto comunicado.
Tras este acontecimiento, Magdalena se trasladó a Nueva York, donde se dedicó a trabajar por entero en la ONG de su madre, encontrando en el trabajo, una de sus vías de escape para olvidar su ruptura, que según llegó a rumorearse se debió a una infidelidad por parte de Jonas.
Lejos de perder su esperanza en volverse a enamorarse, la hija menor de los reyes de Suecia recuperó la ilusión al lado de Chris O'Neill un agente de Bolsa, al que la princesa conoció en la Gran Manzana y con el que comenzó una relación a principios de 2011.