Proviene de Canadá, concretamente de Ontario. Aquí, nació en 1977. De pequeña, su afición era el ballet. Sin embargo, su futuro no estaba llevando tutú, sino vistiendo las creaciones de los diseñadores de moda más prestigiosos.
Para convertirse en una modelo muy cotizada, Liisa Winkler no tuvo que hacer nada. Fue el azar el que se cruzó en su camino. Un buen día, una agente de la agencia Mode Elle, Audra Anderson, le propuso dedicarse al mundo de la moda. Aceptó y todo marchó sobre ruedas. Y es que virtudes no le faltan, sobre todo si se mira su rostro anguloso, agresivo y sensual que cautiva en cada instantánea.
Liisa es una de las modelos fetiche de la firma Gucci. Para la casa italiana de moda ha protagonizado diversas campañas, tanto de ropa como de complementos y perfumes. Igualmente, Valentino y Ralph Lauren son otras marcas que también han contratado a la bella canadiense.
Portada de Vogue, en varias ediciones, esta rubia de ojos verdes ha desfilado en las citas más importantes de la moda. París, Milán, Londres, Nueva York... ha conquistado todas las capitales. Así, firmas como Versace, Givenchy, Gucci, Chanel, Calvin Klein, Marc Jacobs y TSE, entre otras, han contado con Liisa como maniquí en sus desfiles.