Keanu Reeves

Es uno de esos actores que soñaban despiertos con ser músicos de un grupo de rock. En su caso su fantasía adolescente se transmutó en realidad: toca el bajo en una banda llamada Dogstar y disfruta con los punteos que de él extrae en conciertos en directo. Muchas de las notas se las dedica seguro a River Phoenix, uno de sus mejores amigos que falleció, el 31 de octubre de 1993, en la puerta de la discoteca Visper Room de Hollywood. Ambos protagonizaron un filme de Gus Van Sant, Mi Idaho Privado, canto a las traiciones de las amistades marginales.

Pero él ha sido fiel a muchas de las razones que le hacen seguir actuando: preservar su espacio de libertad y de intimidad. Su vida privada se ha movido por los caminos de las hipótesis y la ambigüedad. Pero él no declara, no vende. Tan sólo actúa. Y triunfa.

Keanu es un nombre hawaiiano que significa "brisa fría de las montañas". El amor por su profesión no le ha impedido seguir practicando deporte, entre otros, el hockey sobre hielo (por su posición en este deporte en los años de instituto recibió el apodo de The Wall). Tampoco olvida, a menudo envuelto en la velocidad, sumergirse en las aguas del Pacífico con su tabla de surf; o recorrer kilómetros de autopista sobre su moto; o, bien, perderse por bosques con encanto, a lomos de un caballo.

El héroe indiscutible de The Speed, junto a Sandra Bullock, sigue con los nervios bien templados y el corazón misterioso.