Skip to main contentSkip to footer
john travolta

John Travolta

Catapultado a la fama por el bailongo Tony Manero en Fiebre del sábado noche, John Travolta ha tenido sus más y sus menos en el Hollywood despiadado que rompe mitos tan rápido como los crea. Ojos azules y hoyo en la barbilla, sus señas de identidad. Él es John Travolta. Y aún baila.


7 de noviembre de 2006 - 14:12 CET
Englewood, New Jersey, USA

El mito Travolta nació en las pantallas de televisión americana de los años setenta. Se llamaba Vinnie Barbarino en la serie Welcome Back, Kotter. Se convirtió de la noche a la mañana en una auténtica estrella adolescente, imitada y reproducida hasta la saciedad. El cine le sedujo y él hizo lo propio con toda una secuela de jóvenes entusiastas por su estilo, su azul de ojos y ese hoyuelo inconfundible en la barbilla del actor.

Una vez acunado por la fama, comenzó su andadura por el celuloide (y, curiosamente, se decantó por el género del terror). Brian de Palma le dio una oportunidad de oro con la taquillera Carrie (1976). Pero su buena estrella aún estaba por llegar. Se llamaba Tony Manero y bailaba como nadie en las pistas de las discotecas más cool del momento. Era el año 1977. Fiebre del sábado noche hizo de John Travolta un icono, un símbolo de la noche y sus danzas. Un par de años más tarde, John volvió a brillar. Grease representa el final del verano, la pérdida de la inocencia, y el poder de la música. Si a Rita Hayworth (salvando las distancias) le hizo sombra durante toda su vida Gilda, John Travolta ha caminado cargando sobre sus hombros con la sombra de estas dos películas.

Fue el excéntrico Tarantino quien, por fin, le sacó del olvido, en 1994. Pulp Fiction fue un bombazo de taquilla y un redescubrimiento. John Travolta seguía vivo, mantenía el ritmo, y era un auténtico profesional en busca de trabajo. Lo tuvo y mucho. Con más o menos fortuna, con irregular calidad... Pero John Travolta, Áve Fénix cercano a la iglesia de la cienciología (como su mujer, la también actriz Kelly Preston), emerge siempre de las cenizas...

TE PUEDE INTERESAR