La familia de John Galliano abandonó Gibraltar rumbo a Londres cuando el modisto tenía seis años. Según cuentan las crónicas, su interés por la moda surgió de manera precoz gracias a la insistencia de su madre, la andaluza Anita, para que su hijo vistiera de modo impecable los domingos. Galliano finalmente se decidió a desarrollar esta inclinación inscribiéndose en la prestigiosa escuela de diseño St. Martin, en Londres, en la que obtuvo sobresalientes notas en 1983 con su desfile de fin de curso. Había nacido una estrella.
Al año siguiente creó su propia marca, que pronto se convirtió en un nombre clave de las pasarelas. En 1987 obtuvo el premio al mejor diseñador británico del momento, pero tres años después decidió instalarse en París, la capital de la moda. Allí se fijaron en él los grandes hombres del negocio del lujo, uno de los cuales, Bernard Arnault, lo contrató para que devolviera el esplendor a la casa Givenchy, propiedad de LVMH. Justo un año después, y ante el éxito obtenido, fue propuesto como director creativo de Christian Dior, casa que incrementó sus beneficios desde que Galliano se hizo cargo de ella.
No obstante, y tras un polémico incidente, fue , fue despedido de la firma francesa en marzo de 2011. Días después, también era cesado de su puesto como diseñador de su propia marca, la cual pertenecía a Dior en un 91 por ciento.