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Nació y creció muy cerca del mundo de la televisión. Su padre, Nick Clooney, fue un presentador muy consagrado, que queriéndolo o sin quererlo le metió en ese mundillo, al que George acabó totalmente enganchado y al que acabó renunciando para evitar convertirse en el competidor de su progenitor.
Sus inicios
Conociendo las entrañas de la televisión como la palma de su mano y una vez hubo terminado sus estudios en la Northern Kentucky University donde practicaba una de sus grandes aficiones, el béisbol, tuvo su primera experiencia en el cine con un pequeño papel gracias a la ayuda de su primo Miguel Ferrer, hijo del actor José Ferrer (ganador de un Óscar al mejor actor en 1950 por el filme Cyrano de Bergerac).
Tras esta experiencia y convencido de sus ganas de comerse el mundo, George dejó de lado su Kentucky natal y se trasladó a Los Ángeles donde durante todo un año estuvo de aquí allá intentando encontrar un papel para él mientras se hospedaba en el armario de la casa de un amigo. La constancia y su ilusión tuvieron su recompensa y su primera película llegó junto al actor Charlie Sheen y aunque ésta nunca llegó a estrenarse consiguió llamar la atención de los productores que le colocaron en su agenda.
Urgencias
Y le llegó la gran oportunidad de su vida y su silueta por los pasillos de un gran hospital hizo que a más de una le apeteciera pasearse por Urgencias. Su fama de galán y conquistador le ha valido para que siempre se vea en él al culpable de muchas rupturas. Se sabe defender con gracia. Cuando se le acusó de ser el causante de la separación entre Julia Roberts y Benjamin Bratt no dudó ni un instante en contestar: "Imposible, estaba demasiado ocupado rompiendo el matrimonio de Tom y Nicole".
Sus amores
A pesar de haber estado casado en una ocasión, lo hizo en 1989 con Taila Balsam, de quien se divorció en 1992, Clooney ostento durante muchos años la etiqueta de ‘soltero de oro’ y eso que por su vida pasaron muchas mujeres como Renée Zellweger, Krista Allen, Lisa Snowdon o Sarah Larson, pero ninguna de ellas le llevó de nuevo hasta el altar.
De la televisión al cine
La televisión hizo de él un objeto de deseo. Después, fue la gran pantalla la que le dio la oportunidad de salir y mostrar cómo seduce a la cámara con su mirada entre pícara e ingenua. Tras pasar con nota la prueba (su papel en la polémica Abierto hasta el amanecer volvió hacia él la atención de críticos y directores), George Clooney ascendió al plantel de estrellas que pasean su rostro de portada en portada.
Dos Oscar
En 2001 George conquistó el Globo de Oro al Mejor Actor por su interpretación en el filme O Brother!, premio que en 2006 volvería a recibir esta vez como Mejor Reparto por la película Syriana. Pero, sin duda, el mejor año para Clooney fue el 2005 ya que se alzó con un Oscar al Mejor Actor de Reparto por su interpretación en Syriana. No sería el único, pues en 2012 se alzaría con el Oscar al Mejor Película en lengua extranjera por su papel como productor en Argo.
De Elisabetta Canalis a Amal Alamuddin
Amante de la cerveza y fan de la serie animada South Park, Clooney, mantuvo un romance de dos años con la presentadora y modelo italiana, Elisabetta Canalis, a la que parece estar muy ‘enganchado’ y a la que conoció en una de sus tantas escapadas a su mansión en el Lago di Como, una maravillosa zona de veraneo, en las cercanías de Milán. Sin embargo, fue la abogada Amal Alamuddin quien acabó robándole el corazón.
Matrimonio e hijos
La pareja se conoció gracias a un amigo en común en 2013 y parece que congeniaron tan bien que ambos tuvieron claro desde el principio que estaban hechos el uno para el otro. Se comprometieron en abril de 2014 y se casaron el 27 de septiembre de 2014 en una romántica ceremonia celebrada en Venecia, Italia.
Convertidos en los reyes de las alfombras rojas, George y Amal se convirtieron en padres el 6 junio de 2017 tras la llegada de sus gemelos, una niña llamada Ella y un niño llamado Alexander. La noticia de la llegada de los dos pequeños fue anunciada por el representante de George Clooney, quien declaró que "Ella, Alexander y Amal están sanos, felices y se están adaptando muy bien". Desde entonces, la pareja ha sido bastante reservada acerca de su vida familiar, tratando de mantener la privacidad de sus hijos fuera del foco mediático.