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ferran adria© GettyImages

Ferran Adrià

Considerado para muchos el mejor chef del mundo trabajó durante décadas como jefe de cocina del restaurante 'elBulli', un restaurante avalado por tres estrellas Michelin. Sus recetas rompen esquemas y construyen un nuevo abanico de sabores, texturas y sensaciones extraordinarias


3 de julio de 2024 - 11:15 CEST
62 años
Connecticut, Estados Unidos
Horóscopo : tauro

Ferran Adrià Acosta, barcelonés de l'Hospitalet de Llobregat, es, para mucha, mucha gente, el mejor cocinero del planeta. Y si no es el mejor para todos, nadie se atreve a discutir que es el más creativo y revolucionario. 

Hijo de un estucador y una peluquera rechazó estudiar empresariales para vivir la aventura de la hostelería veraniega en casas de comidas costeras y bares de tapas dudosos. Durante el servicio militar en la Armada de Cartagena, aceptó la propuesta de un amigo para ingresar como pinche en 'elBulli', un restaurante prestigioso del cual no había oído hablar hasta entonces y que él consiguió, dos décadas después, convertirlo en el mejor restaurante hasta en cinco ocasiones. 

¿Cuántas estrellas Michelín tiene Ferran Adrià?

Profesional autodidacta, obseso del trabajo, hombre sencillo poco dado a la soberbia, algo tímido, afectado de una ligera tartamudez, con vocación didáctica y cerebro en constante ebullición. Un chef, cuyos hallazgos han sido imitados o adaptados en todo el mundo pero quien tan solo abría su restaurante ( cerrado definitivamente en julio de 2011) siete meses al año, en la inaccesible cala gerundense de Montjoi de Roses, ungido con tres estrellas en la Guía Michelín.

Ferran Adrià y su aporte a la gastronomía

Sus recetas han roto todos los esquemas y han construido un universo de sabores, texturas y sensaciones insólitas, jugando con las combinaciones: crudo-cocido, dulce-salado, duro-blando, frío-caliente. Los alimentos en sus habilidosas manos cambian de color, de forma y de consistencia. Gelatinas calientes, sorbetes salados, sistemas de cocción futuristas, espumas inverosímiles... Cada plato ideado por este genio de los fogones ha de comerse de una forma determinada y cada bocado es un juego. El resultado de haber podido degustar alguna de sus creaciones es una experiencia que no deja a nadie indiferente. 

Pero para llegar hasta esa "perfección gastronómica", Ferran ha pasado muchas horas en su cocina, mejor dicho, en su laboratorio, en el que trabajaba los cinco meses que cerraba 'elBulli' y donde jugando con las materias primas llegó a inventar la cocina de la deconstrucción que, según él, "consiste en utilizar y respetar armonías ya conocidas, transformando las texturas de los ingredientes, así como su forma y temperatura".

Cerró 'elBulli' en 2011

Es un hombre incansable y su imaginación parece no tener límites. Su cabeza es como una olla a presión, en continua ebullición a la que a veces tiene que poner freno para coger perspectiva, como cuando, como hemos adelantado anteriormente, decidió cerrar 'elBulli' en 2011 porque le dijo un día el prestigioso chef francés Joël Robucho "hay que saber cuándo cambiar" y él pensó que había llegado el momento.

elBulli1846

Trabajaba 18 horas al día, sus camareros y cocineros, que un día fueron solteros, comenzaron a formar sus familias y él, lejos de retirarse convirtió su restaurante en una Foundation con el lema 'Libertad para crear' ”convirtiendo sus antiguas cocinas en un laboratorio aun mayor que el que ya tenía y al que puso el nombre de 'elBulli1846', un lugar que, según se explica en su web, es “un museo para reflexionar sobre el conocimiento, la innovación y la historia de 'elBulli'.

Ferran no ha olvidado nunca de dónde viene ni esa humildad que le hace ser un ser extraordinario. Viste de negro porque se cansó de usar la chaquetilla blanca y en más de una ocasión ha confesado que si hay algo que le hubiera gustado ser si no hubiera sido cocineros hubiera sido futbolista pues su pasión por el Barça es inconmensurable. 

No fue nunca a la Universidad, aunque ha impartido un curso en la Universidad de Harvard y cuenta con cuatro honoris causa en las universidades de Aberdeen (Escocia), Barcelona, Valencia y Montreal (Canadá), no tiene carnet de conducir y lleva una vida tan discreta y normal, que no le preocupa ir caminando de un lado para otro a los sitios, pues difícilmente le reconocen.

¿Dónde vive Ferran Adrià?

Vive a caballo entre su apartamento situado en la Plaza de España de Barcelona y cap de Creus, sede de la 'Bulli Foundation' y lleva casado desde 2002 con Isabel Pérez Barceló, vocal de la mencionada foundation, y su fiel escudera. Le acompaña allá donde va y ejerce de traductora ya que él solo habla español y catalán.

¿Cuántos hijos tiene Ferran Adrià?

Nunca han tenido hijos, pues la conciliación familiar era difícil en un trabajo como el suyo y aunque tanto él como su esposa llegaron a planteárselo en algún momento de su vida, sus profesión pudieron más. 

De gustos austeros, Ferran, que ha elaborado decenas de enciclopedias bautizadas como 'Bullipedias' en las que explica muchas de las técnicas que le llevaron a consagrarse como uno de los mejores chefs del siglo, nunca ha alardeado de lo que tiene o deja de tener, y eso, sin duda, es una de las cosas que más le hacen brillar por encima de sus estrellas. 

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