La pequeña de los Grimaldi ha vivido deprisa. Siempre en busca de una calma que parece no llegar. Porque la Princesa nació rebelde. A los dieciséis años fue expulsada de un colegio de París por "demostrar un comportamiento incompatible con las normas de la institución". A la Princesa los genes de Hollywood y espectáculo la conquistaron desde pequeña.
Un año más tarde su vida estuvo a punto de quebrarse y algo se rompió muy dentro. El coche en el que viajaba junto a su madre derrapó y cayó en mortal accidente que acabó con la vida de Grace Kelly, su referencia. Al igual que su hermana, la elegante Carolina, la vida le ha enseñado a levantarse tras cada caída. Con un toque propio de Princesa. Porque escándalo ha sido la palabra que más han empleado las revistas cuando se han referido a ella.
Sus amores con Paul Belmondo, Anthony Delon, Rob Lowe se han visto reproducidos una y otra vez en papel cuché. Cuando en abril del año 1990 parecía haber sentado cabeza al anunciar su compromiso oficial con Jean Yves Lefur y el príncipe Raniero respiraba tranquilo, meses después se publicaron unas comprometidas fotos de la Princesa con su guardaespaldas, Daniel Ducruet. Esta relación supuso la ruptura de Estefanía con su padre. Pero el paso de los años, y el nacimiento de Luis (26 de noviembre de 1992) y Pauline (4 de mayo de 1994), provocaron el acercamiento entre la familia Grimaldi y la Ducruet.
Otra vuelta de tuerca
Parecían la familia feliz. Y Estefanía se había convertido en toda una madraza pendiente a todas horas de sus hijos. Sin embargo, los paparazzi robaron unas imágenes muy comprometedoras de Daniel Ducruet con una bailarina belga de striptease. Sonora separación.
No había pasado más de un año cuando Estefanía, de vuelta a su rebeldía, se convirtió en la Princesa que tropezaba dos veces en la misma piedra: comenzó una relación con otro de sus guardaespaldas, Jean Rymond Gottlieb. El 15 de julio de 1998, Estefanía daba a luz al tercero de sus hijos, una niña llamada Camila Marie Kelly. La pareja se distanció en apenas un año y al no haber contraído matrimonio Camila quedó fuera de la línea dinástica. Tras este breve noviazgo, Estefanía, siempre inquieta e indecisa, se enamoró del domador de elefantes Franco Knie y abandonando el Principado se marchó junto a él a vivir una vida de circo. De nuevo el 'príncipe de cuento' se convirtió en rana y en marzo de 2003 y tras haber recorrido Europa de función en función, Estefanía y Franco ponen fin a su relación.
Sin embargo a pesar dela complicada vida del circo, la Princesa volvió a encontrar el amor bajo una carpa y el 12 de septiembre de 2003, se casó en secreto con el acróbata portugués Adans Lopez Peres, 10 años menor que ella y del que se separaría 9 meses después.
Aún sin encontrar el definitivo amor, Estefanía sigue disfrutando, como siempre ha hecho, de cada minuto de su vida, cumpliendo con sus obligaciones como Princesa y como madre.