Demetria Gene Guynes era una niña introvertida, el patito feo y asustadizo que no se atrevía a romper el cascarón. Pero la vida no se lo había puesto fácil: su padre abandonó a su madre, Victoria; y ésta volvió a casarse con Danny Guynes, un hombre alcohólico y difícil que acabó suicidándose. Con dieciséis años, la futura actriz decidió que ya no podia más y que tenía que respirar fuera de ese ambiente hostil. Sufrió una verdadera transformación. Detrás de aquella niña apocada, con gruesas gafas y poco glamour, emergió una aspirante a modelo, que halló sitio en las pasarelas.
Poco a poco fue ascendiendo en el escalafón… Y su primer gran amor, el rockero Freddie Moore, con quien se casó en 1980, le aportó, al menos, el apellido que la llevaría directa a la fama. Ya como Demi Moore debutaría en la gran pantalla con la película Choices… pero aún le faltaba mucho para que su nombre comenzase a barajarse como el de una de las actrices más cotizadas de Hollywood.
Su primer matrimonio fracasó en 1984. Hubo de esperar tres años hasta encontrar la estabilidad sentimental de la mano de uno de los hombres más polémicos y carismáticos de Hollywood: Bruce Willis. Ambos formaron una sólida pareja durante once años (de 1987 a 1998, año en el que de mutuo acuerdo deciden separarse sin aportar ningún tipo de razón a la opinión pública). Fruto de este matrimonio, nacieron tres hijas: Rumer, Scout y Tallullah.
En 1990, el nombre de Demi Moore comenzó a dibujarse con letra dorada. Su papel protagonista en Ghost, junto a Patrick Swayze, le valió el reconocimiento de la crítica y los espectadores, que esperaban ver su rostro angelical en próximas cintas. Pero la angelical de Demi Moore decidió dar un giro a su carrera, para mostrar su versatilidad y las posibilidades interpretativas que escondía. Además de causar gran sorpresa cuando decidió posar desnuda y embarazada (pionera en estas lides) para Vanity Fair, la actriz sorprendió con papeles tan variopintos como los interpretados en Una proposición indecente, Striptease o La teniente O’Neill.
Hasta el mismo Woody Allen volvió la vista hacia ella para su Desmontando a Harry. Una de sus últimas incursiones en la gran pantalla (que, por cierto, le supuso una cuantiosa subida en su cuenta corriente) ha sido para la saga de Los Ángeles de Charlie. Actrices tan bellas, y jóvenes, como Drew Barrymore, Cameron Díaz o Lucy Liu se preguntaban por el secreto de eternal juventud de su compañera de reparto… Y más si se tiene en cuenta que la actriz (de más de cuarenta) se casó en septiembre de 2005 con Asthon Kutcher, 16 años más joven que ella y uno de los galanes más perseguidos del Hollywood del siglo XXI