David, el menor de tres hermanos, se ha convertido en el único miembro de la familia Bisbal con una clara vena artística. Cuando cursaba los estudios de segundo de BUP decidió que los libros no eran lo suyo. Sus padres, interesados por dar a su hijo una formación adecuada, le sugirieron que estudiara un módulo de forestal. Así hizo y comenzó a trabajar en un vivero. Pero no sería por mucho tiempo.
La verdadera pasión por los escenarios surgió tras conocer que una orquesta de su zona, Orquesta Expresiones, estaba realizando pruebas para contratar un cantante. Ni corto ni perezoso acudió al casting, cantó con toda su alma y fue seleccionado. Ahí empezaría un periplo vital caracterizado por los viajes constantes, la carretera como compañera de noche, y las fiestas populares fieles aliadas para la subsistencia de su grupo.
David Bisbal, a pesar del éxito arrollador tras su paso por Operación Triunfo, ha sabido mantenerse con los pies en el suelo y hacer gala de su elegancia, cumpliendo a la perfección el refrán de "ser agradecido es de bien nacido". Y él no ha desperdiciado ocasión para manifestar todo su agradecimiento a los músicos anónimos de esa orquesta que tanto le enseñaron a querer la música y a respetar su profesión.
Su paso por Operación Triunfo supuso sin duda un antes y un después en su vida. Si bien es cierto que este concursante era uno de los más "profesionales" del concurso, tampoco podemos obviar que aprovechó a la perfección su estancia en la Academia y depuró su estilo hasta lograr las maneras de un artista consagrado.
El éxito, y el nutrido grupo de fans que le corea en cada una de sus actuaciones, no le ha hecho olvidar a los suyos. Y su familia sigue hablando de él como el chaval vital y deportista que sentía auténtica pasión por la palabra cantada: "David es muy responsable y cariñoso. Bromista y muy buen amigo. Un chaval feliz y luchador".
De todos sus compañeros de Academia, él fue el que más ha tardado en lanzar su primer trabajo en solitario. Quizá, las expectativas fueron tan altas, que su sentido de responsabilidad, y el perfeccionismo que le caracteriza, le obligó a revisar continuamente un trabajo grabado en Miami. Si desde sus primeras entrevistas Bisbal confesaba su admiración por Luis Miguel, el sueño en su caso ha sido más que cumplido. De repente, en apenas seis meses, su vida cambió tanto comenzó su camino hacia el éxito de la mano de Kike Santander (productor de los últimos trabajos de Luis Miguel).
David comenzaba a cumplir su sueño aunque jamás pensó que su sueño llegaría a ser internacional. Con su primer disco, Corazón Latino, el ex triunfito vendió más de 1.500.000 copias. Su gira de 75 conciertos por España (45 de ellos junto a Chenoa) supuso su mejor carta de presentación y uno de los mejores alicientes para decidirse a cruzar el charco.
Sus rizos rubios, sus coreografías con un toque andaluz y esos ritmos tan bailables reportaron a Bisbal en el año 2003 un Grammy Latino como mejor artista revelación y fue nominado como mejor vocalista de álbum pop.
Las chicas se le rifaban sobre el escenario, sin embargo, Bisbal salió de la Academia de Operación Triunfo con el corazón ocupado. Se enamoró de Chenoa, una de sus compañeras y ‘rivales’ en el concurso y su química se dejó sentir en más de una de sus actuaciones. Parecían la pareja perfecta, triunfaban en la música y paseaban su amor por Barcelona, donde instalaron su residencia. Habían aprendido a dosificar juntos ese éxito que se forjo compartiendo clases de dicción, inglés, canto e interpretación en la academia más famosa de nuestro país Sin embargo, el amor no triunfó y ambos decidieron en abril de 2005 poner el punto y final a esta relación de tres años y medio.
Los dos se refugiaron en sus seres queridos y en su música, Bisbal ya había sacado su segundo disco al mercado, Bulería, y de nuevo empezó a conquistar los números unos de las listas musicales. Llena la plaza de toros de Las Ventas dos días consecutivos y consigue vender más de 1.300.000 copias.
Saboreando el éxito, a la puerta de David Bisbal volvió a llamar el amor en junio de 2005 y se coló en su corazón la diseñadora madrileña Elena Tablada. Junto a ella el almeriense se convertirá en padre por primera vez en el año 2010 de una niña, que sin lugar a dudas, se convertirá en una nueva fuente de inspiración para el cantante. Pero antes de convertirse en padre, David Bisbal siguió gestando discos y en 2006 lanzó al mercado el álbum Premonición con el que se embarcó en una aventura por Europa y Japón, que de nuevo le reportó numerosos éxitos.
A caballo entre España y Miami, ciudad en la que reside su novia, Elena Tablada, David continua conquistando al público de medio mundo con sus ritmo latino. El 24 de agosto de 2009, Bisbal sacó nuevo disco, Esclavo de sus besos, y en un más difícil todavía, el cantante se propuso conseguir un récord, presentar su disco en tres países en menos de 36 horas. España, México y Miami fueran las ciudades elegidas por el almeriense, que sin duda logró pisar los tres países.
Como si aún viajara en una nube, ese chico que comenzó su andadura en una orquesta itinerante y más tarde en un show televisivo, se ha convertido en uno de los cantantes más importantes de nuestro país colaborando a su vez con fundaciones de carácter solidario como Red Hand, que se encarga de ayudar y apoyar a los niños y niñas soldado o la Fundación ALAS, en la que colabora mano a mano con otros cantantes como Chayanne, Ricky Martín, Shakira para que los niños más desfavorecidos de Latinoamérica tenga la posibilidad de vivir un futuro.