Carlos Vives se sube al escenario y lo llena de una fuerza que parte de la tierra. Así, directo y con una fe en sí mismo y en sus trabajos a prueba de bomba, este actor colombiano, que se dejó seducir por las mieles del vallenato y el puro ritmo, se ha hecho un lugar en el parnaso de los grandes de la música. Lo ha ganado todo: discos de Oro, de Platino e incluso de Diamante, entremezclados con otros galardones de la categoría de los Grammy.
Se le conoce por el rey del vallenato porque a él se debe el relanzamiento de esta música popular colombiana, cuyo nombre deriva de "valle nato"; es decir, nacida en el valle o, más concretamente, en el valle de Upar. El valor de Carlos Vives radica en lograr fusiones de lo tradicional con las tendencias más actuales, creando ritmos nuevos, acompañados siempre por unas letras comprometidas. Una mezcla explosiva para un músico de hoy. Él define sus canciones como pop tropical, un concepto original que invita al contorneo suave de las caderas.
Desde que en 1986 lanzara su primer disco, Carlos Vives por fuera y por dentro, no ha parado de cosechar éxitos. Se le quiere dentro y fuera de su Colombia natal. Sobre todo a partir del lanzamiento, en 1993, de Clásicos de la provincia. El éxito de este trabajo le supuso comenzar un nuevo periplo por todo el mundo. Un aluvión de conciertos que le llevaron por vez primera a Europa. Desde entonces, sigue en la brecha. Como los viejos rockeros o músicos universales.