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ana obregon gtres© Gtresonline

Ana Obregón

La vida le ha dado mucho, pero también le ha castigado con ganas. En tan solo dos años perdió a su hijo y tuvo que despedirse para siempre de su madre y de su padre. Pizpireta y fantástica, parecía que Ana no volvería a recuperar la ilusión hasta que decidida a cumplir la última voluntad de su hijo, dio la bienvenida a su nieta Ana Sandra, devolviendo así todo el color y la alegría que le faltaba a su vida


Actualizado 28 de febrero de 2024 - 9:48 CET
Stockton, California (Estados Unidos)

Ana Victoria García Obregón, más conocida como Ana Obregón, nació en el seno de una familia de clase media alta. Su padre, Antonio García -arquitecto dueño de la constructora Jotsa- pagó sus estudios nocturnos con lo que sacaba de su trabajo como repartidor. Quizá por ello fue duro y rígido con sus hijos. "Había que esforzarse mucho para conseguir la paga semanal", recuerda. Buena estudiante, algo rebelde, su familia le apodó 'Antoñita, la fantástica'. "Estaba loca, mi vida de niña era como un parque de atracciones abierto las 24 horas del día".

Sufrió una terrible enfermedad de niña

A los 13 años una terrible enfermedad estuvo a punto de acabar con su vida, le diagnosticaron un tumor en el duodeno. Esto le hizo madurar de golpe. Colgó el título de Biología en un rincón de su pasado, junto a tres de Farmacia, cinco de Piano y ocho de Baile y Arte Dramático para dedicarse al mundo de la moda. Se marchó a Londres con 20.000 pesetas para trabajar como modelo.

Actriz y prentadora

Ha actuado en decenas de películas aunque la televisión ha sido el hada madrina que le tocó con la varita de la popularidad. Uno de los programas que le reportó más fama fue el concurso televisivo ¿Qué apostamos? junto a Ramón García, más tarde participó durante un año en Hostal Royal Manzanares dando vida a Sonsy y años después la serie televisiva Ana y los siete donde la actriz estuvo al frente durante tres años cosechando cerca de siete millones de espectadores.

Sus amores

Pero si por algo ha resonado el nombre de Ana han sido por sus romances. Sus amores han ocupado miles de páginas de papel cuché. Tras la dolorosa muerte, en accidente de tráfico, de Fernando Martín, Ana Obregón inició una relación con Alessandro Lequio, padre de su hijo Aless, quien vino al mundo el 23 de mayo de 1992 y quien desgraciadamente fallecía a causa de un cáncer en mayo de 2020.

Después de la sonada ruptura con el padre de su hijo, la actriz intentó rehacer su vida sentimental, aunque sin demasiado éxito. La bióloga comenzó una relación con el exfutbolista Davor Suker con el que hasta pensó en formalizar su relación pasando por la vicaría. Sin embargo, Suker no estaba dispuesto a frenar su carrera deportiva y Ana tampoco quería abandonar España y poner rumbo Inglaterra, país al que Davor había sido destinado. Ninguno de los dos se quiso sacrificar por la relación y prefirieron quedar como amigos.

De Miky Molina a Darek

Entregada en cuerpo y alma a su hijo, "el gran hombre de su vida" Ana siguió ocupando páginas y páginas en numerosas revistas y más aún cuando saltó a la palestra su breve romance con Miky Molina. El romance fue muy fugaz y Ana pareció tomarse un tiempo muerto en el amor. En 2007 la presentadora y actriz volvió a sorprender a todos al aparecer junto a un modelo polaco rubio de ojos azules y sonrisa cinematográfica que respondía al nombre de Darek. Ana conoció al atractivo polaco en una de sus visitas a Los Ángeles y pronto le convirtió en su inseparable compañero. Sin embargo, tras pasear su amor en público su relación tan solo duró un año y en febrero de 2008 anunciaron su poco amistosa ruptura.

Su hijo, el hombre de su vida

Tras este nuevo desamor, Ana se centró aún más en el trabajo y sobre todo en su hijo, por el que se trasladó a Miami durante tres años mientras él estudiaba en la Universidad de Duke, una de las mejores Universidades americanas, en Carolina del Norte. Participó en el concurso  ¡Mira quién baila! de TVE, en Masterchef Celebrity y hasta ejerció de reportera en la Miami Fashion Week entrevistando a numerosas celebridades, sin embargo, todo quedó en un segundo plano cuando el 23 de marzo de 2018 a su hijo le diagnosticaron cáncer, concretamente un sarcoma de Ewing, un tumor óseo, muy poco frecuente y con mal pronóstico.

La muerte de su hijo, Aless Lequio

Durante seis meses, recibió tratamiento médico en un hospital de Nueva Jersey, en Estados Unidos, y después regresó a España, donde continuó su terapia, en Madrid. Durante todo este tiempo siempre contó con el apoyo de su madre, quien nunca se separó de su lado, así como con el apoyo incondicional de su padre y sus amigos más cercanos, quienes hicieron piña junto a él.

Y aunque a principios de 2019, el primer control al que se somete arroja buenos resultados, en septiembre de 2019, surge un "contratiempo". Una recaída que precisa un nuevo tratamiento de quimioterapia, esta vez, en el Hospital Quirón, de Madrid. En enero de 2020, Álex recibe el último ciclo, pero, tan solo un mes después, surgen nuevas complicaciones y es operado en el Hospital Ruber Internacional, de Madrid. Por desgracia, había comenzado el principio del fin. En abril ingresa en el hospital Quirón Salud, de Barcelona, y las noticias no son buenas. Como siempre, tiene a sus padres con él. Ninguno de los dos se mueve de su lado. Sin embargo, la vida de Aless se va apagando lentamente y el 13 de mayo, Ana escribe en sus redes sociales: "Se apagó mi vida", dado así a conocer el fallecimiento de su hijo.

La pérdida de sus padres

Justo un año después de tener que despedirse de quien era el pilar de su vida, Ana sufre otro nuevo revés, la pérdida de su madre Ana Obregón Navarro, a los noventa y cinco años. "Ahora, los dos amores de mi vida están juntos para siempre. Mamá, cuida mucho de mi niño hasta que yo llegue, que espero sea pronto", manifestó Ana, quien tan solo un año después tendría que decir adiós al otro hombre de su vida, su padre, quien fallecía debido a una infección a los 96 años.

A pesar de la tristeza, la presentadora hace de tripas corazón y rindiendo un homenaje a su hijo, a quien le gustaría ver feliz a su madre, se anima a presentar las Campanadas de TVE junto a Anne Igartiburu, un acto que también llevo a cabo en 2022 cuando dio la bienvenida al nuevo año junto a Los Morancos.

Ana Obregón vuelve a ser madre

"Yo sé que voy a volver a nacer. Ahora estoy apagada, pero sé que voy a salir. Siempre pude salir de las cosas y sé que voy a hacerlo, si no es por mí, lo haré por mi hijo" declaraba a ¡HOLA! tras la pérdida de su hijo. Y aunque parecía completamente imposible que Ana recuperara la ilusión por vivir, el 20 de marzo de 2023 la alegría regresaba a la vida de la presentadora tras convertirse en madre de una niña nacida por gestación subrogada en un hospital de Miami. Una noticia que daba a conocer la revista ¡HOLA! y que, en cuestión de horas, dio la vuelta al mundo. "¡Nos pillaron! Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir" era el mensaje que compartía Ana con sus seguidores tras el revuelo causado.

Hija de Aless Lequio

Dos semanas después de la llegada de la pequeña, a la que la presentadora puso el nombre de Ana Sandra, Obregón concedía una entrevista a ¡HOLA!, en la que daba a conocer que aunque legalmente era la madre de esta niña, en realidad era su nieta. "Lo que la gente no sabe es que esta fue la última voluntad de Aless: la de traer un hijo suyo al mundo. Y así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer".

Y es que tal y como relataba Ana, cuando a su hijo le diagnosticaron el cáncer e iba a comenzar el tratamiento de quimioterapia, los médicos le recomendaron que guardara muestras de su esperma, por si los medicamentos le afectaban en el futuro, y fue gracias a esas muestras, a una donante de óvulo y a una gestante, que Ana Sandra pudo venir al mundo.

'El chico de las musarañas'

Ahora, Ana dedica todo su tiempo a su nieta, así como a la fundación Aless Lequio, creada con el objetivo de captar fondos para financiar la investigación del cáncer y a la que ha destinado todos los fondos recaudados con la venta del libro El chico de las musarañas, que Aless comenzó a escribir y que terminó acabando Ana, cumpliendo así otro de los deseos de su hijo.