Puede que este año notes que el pelo se te cae más que ningún otro. Que se acumulen cabellos en el peine cada vez que te cepillas la melena o incluso que los veas cada mañana en la almohada cuando te levantas es un fenómeno muy común durante los meses de otoño, pero en 2020 el problema se ha incrementado porque, como explican los expertos, los meses de confinamiento han potenciado la caída. Uno de los consejos que revelaban estos especialistas a finales de septiembre es el de lavarte la cabeza a diario siempre que sea posible, y es que, la leyenda de que cuánto menos utilices el champú más saludables crecerán tus mechones tiene más de mito que de realidad. Además de dar con la rutina de cuidados perfecta, descubre lo que una dieta rica en los nutrientes con 'efecto pelazo' y los tratamientos a medida para frenar la caída pueden ayudarte durante estos meses.
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¿Pérdida o caída?
Aunque esta sea la estación en la que la caída del pelo es más evidente, los expertos explican que la realidad es que es un fenómeno que ocurre durante todo el año: "Cada día perdemos entre 80 y 100 pelos, fruto del proceso de crecimiento del cabello, que también cumple con un ciclo de vida, conocido como ciclo del folículo piloso. Así que la caída estacional no debería preocuparnos y menos si hemos comprobado que están naciendo nuevos pelos, lo que demostraría que el ciclo de vida continúa", revela Carlos Valiente, de Salones Carlos Valiente.
Sin embargo, es importante diferenciar entre pérdida de cabello y caída: “La caída y la pérdida de cabello pueden despistarnos, pero se deben a causas muy diferentes. Mientras que la caída es un proceso normal en el que el pelo se regenera y vuelve a crecer, la pérdida provoca una reducción del manto capilar porque no se regenera, es decir, no vuelve a nacer, es la famosa calvicie. Por eso, es muy importante acudir a un especialista para determinar un tratamiento adecuado y frenarlo a tiempo", aclara el peluquero y asesor de imagen Gonzalo Zarauza.
Ahora más que nunca
Si bien los especialistas aseguran que hablamos de un fenómeno que se repite año tras año de manera natural, este 2020 es aún más grave: "Es tiempo de caída estacional, pero este año golpea doblemente a consecuencia del estrés añadido por el coronavirus. Toca extremar precauciones y, además de recurrir a tratamientos específicos, revisar la alimentación y planificar una dieta que incluya los mismos activos que encontramos en los cosméticos anti-caída más potentes", explica la farmacéutica y responsable de comunicación de Nuggela & Sulé, Teresa Climent.
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Además, Adolfo Remartínez, creador de esta marca especializada en fórmulas para el crecimiento del cabello, profundiza sobre los motivos del problema: "Durante la primavera y hasta el inicio del verano, el cabello tiende a crecer y tener más volumen como defensa natural para protegerse de la exposición solar. La llegada del otoño supone un cambio del ciclo natural del cabello que pasa de la fase de reposo a la de caída, los días empiezan a ser más cortos y la luz solar incide directamente en el sistema hormonal, reduciendo el nivel de estrógenos y produciendo un debilitamiento del cabello hasta su caída”.
El cambio llega precisamente por la falta de luz natural que hemos vivido durante meses: “El ciclo capilar está completamente alterado por culpa del confinamiento: encerrados en casa, los fotosensores que tenemos en los ojos y que avisan al organismo de que entramos en una época de mayor radiación solar, y que tiene que deshacerse del cabello del invierno y empezar a producir pelo de mayor densidad y volumen para protegerse durante el verano, no detectaron el cambio de estación", avisa Remartínez sobre una de las consecuencias de la nueva situación.
El experto añade que "por eso la caída propia del final del invierno, se ha prolongado durante el verano y puede llegar a juntarse con la del otoño. A ello se suman el estrés producido por la situación que estamos viviendo y un efecto secundario de la enfermedad que implica una caída brusca de grandes cantidades de cabello, un efluvio telógeno similar al que se produce después de dar a luz por el cambio hormonal o tras pasar algún tipo de infección".
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Tratamientos anticaída
Tras conocer la razón por la que el pelo se cae más este otoño, llega el momento de ponerle freno con cuidados a medida que solucionan el problema: "Es aconsejable elegir una rutina capilar adecuada a la naturaleza del propio cabello, teniendo en cuenta también como está el cuero cabelludo. Si se ha observado debilidad, pérdida de densidad y volumen, es recomendable utilizar, al menos una vez a la semana, un champú o algún producto que fortalezca el cabello", recomienda la farmacéutica y experta en dermocosmética Rocío Escalante, quien además señala a la nutricosmética como clave para reforzar el cabello.
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¿Otro consejo? "También son de utilidad los complementos alimenticios, que son siempre un complemento a la dieta, que debe ser rica y variada con abundancia de frutas, verduras, legumbres, cereales, etc. Estos alimentos proporcionan las vitaminas y oligoelementos que el cabello necesita para seguir creciendo fuerte y sano. Y los suplementos complementan la dieta, y se pueden tomar en momentos puntuales", añade Escalante.
La dieta del 'pelazo'
Utilizar fórmulas fortalecedoras, potenciar el efecto con la ayuda de la nutricosmética, usar un protector del calor antes de pasarte el secador o las planchas y, por supuesto, prepararte platos ricos en los nutrientes más famosos para alimentar a tu melena son los puntos más importantes de este plan de otoño. Para ayudarte en esta última tarea, la experta Teresa Climent hace la lista de la compra por ti para que esta incluya a los alimentos conocidos por su poder fortalecedor: "Huevos, legumbres, frutos secos y pescados. La razón está en su alto contenido en vitaminas A, B y botina", comienza Climent sobre los ingredientes anticaída por excelencia; para los más frágiles, tu menú debe contar con "naranjas, limones, espárragos, espinacas, carnes y pescados blancos y azules. Estos alimentos son los mayores proveedores de zinc, azufre y vitamina C"; por último, para aquellas que buscan un mayor crecimiento, "huevos, levadura de cerveza, soja, vísceras de animales, verduras como las espinacas o el brócoli. Además de ser ricos en zinc y azufre, contienen otras dos vitaminas indispensables", la B3 y la E, finaliza la farmacéutica.