Reconócelo. Antes tal vez no prestabas atención a la formulación de tu champú. Pero de un tiempo a esta parte, lees con atención las etiquetas y sabes que, junto con los parabenos y siliconas, los sulfatos nos son buenos aliados a la hora de lavarte el pelo. Valeria Costa, de Aquarela Peluqueros, nos cuenta que "son productos detergentes que generan espuma y limpian a fondo el cuero cabelludo, irritándolo y produciendo picor, caspa y sequedad, pero esto únicamente sucede si el producto contiene una gran cantidad". La experta matiza que el uso de productos que no incluyan sulfatos, y sobre todo sal, mejora considerablemente la salud del cuero cabelludo y, además, alarga la duración del color en el caso de cabello teñido.
Por su parte, para el peluquero Eduardo Sánchez "además de limpiar el cabello, junto con la suciedad arrastran los aceites naturales que crea nuestro propio cuerpo y que protegen tanto el pelo como el cuero cabelludo, y de esta manera el cabello se vuelve más sensible, se deshidrata con más facilidad, y aparecen irritaciones, picores y eccemas". Nos cuenta, además, que son especialmente desaconsejados en el caso de los cabellos coloreados, pues arrastran también el color. Para el experto de Maison Eduardo Sánchez, "debería evitarlos todo el mundo, pero en especial aquellos que tengan la piel más sensible y los cabellos coloreados”. Coincide Marina Morán, responsable de producto de Naturalmente: "El uso de champús sin sulfatos evita las irritaciones y posibles alergias, fortalece el cabello, mantiene durante más tiempo el color y favorece la nutrición y brillo de tu melena".
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