El corte admite una gran variedad de largos. Del microbob al long bob, puedes llevarlo desde la línea marcada por la oreja hasta la marcada por la clavícula. “Es cuestión de gustos, aunque el más largo se adapta mejor a todo tipo de facciones. El secreto de un buen lob es ajustarlo a la altura más favorecedora para cada mujer. A veces puede ser hasta medio cuello, y en otras ocasiones, rozar los hombros: es importante calcular la proporción exacta para favorecer los rasgos”, cuenta Eduardo Sánchez, quien añade que a la hora de planificarlo, es importante tener en cuenta la textura natural del cabello para que, si se seca al aire, no llegue a posarse sobre los hombros, sino que se detenga justo antes, para evitar que la punta se rice hacia fuera. “Así, se respeta la caída y efecto del corte”, matiza. "La mayoría de las mujeres empiezan por un long bob para no verse de repente tan cortas, eso sí mes a mes van rebajando ese corte hasta llegar al bob", nos cuenta Diana Daureo basándose en su experiencia en el salón. Isaac Salido nos habla también de lla importancia de la actitud para decantarse por uno u otro largo: "En el caso del bob, hablamos de sensualidad, feminidad, atrevimiento… Mientras que el Long Bob (a la altura de los hombros) es la mejor opción para una actitud despreocupada, casual y natural".