Como cada primavera, Sevilla se viste de flamenca para celebrar su gran fiesta. La Feria de Abril arrancaba anoche con el "alumbrao" tras la "cena del Pescaíto" y, por tercer año, no lo hacía en el mes que le da nombre, sino en mayo, debido a las fechas tardías de la pasada Semana Santa. Pero aunque algunos elementos se modifiquen en cada edición de esta Fiesta de Interés Turístico Internacional, hay otros que se mantienen imperturbables al paso del tiempo. La más atractiva, incluso para quienes no nacieron a orillas del Guadalquivir, no hay duda de cuál es: el traje de flamenca y todo el universo de belleza y complementos que lo acompaña.
Lunares, flores y volantes a todo color dan forma a estos diseños que todo el mundo identifica como andaluces. Sin embargo, la Feria de Abril tiene un código de vestimenta bastante rígido que, para ajenos al folclore, puede resultar complejo. Es el caso de Natalia Cebrián y Marta Carriedo, catalana y madrileña respectivamente, y dos novatas en este tema dado que esta es su primera vez en la Feria. De la mano de Dior Makeup, se disponen a conocer Sevilla en su mejor semana con dos anfitrionas de excepción: Eugenia Osborne y Carla Hinojosa.