1/4 © Gtresonline

Divide tu melena en tres. Con la partición del centro, haz una trenza de raíz invertida pero no la dejes muy apretada, sino que quede deshecha para darle más volumen. En los lados, repite la misma operación pero al contrario, lo que queremos es que queden más pulidas para que afinen el rostro. Para terminar, puedes sujertarlas con unas gomas pequeñas y dejarlas sueltas o bien juntarlas y recogerlas hacia atrás. ¡Tú decides!

2/4 © Getty Images

Es perfecto para dar volumen en la parte superior y conseguir un efecto óptico que alargue el rostro, así que si tienes las facciones ovaladas o redondeadas, este peinado se convertirá en tu mejor aliado.

3/4 © Gtresonline

Con las planchas pule un poco la zona de delante y hazte unas ondas muy suaves para que el peinado quede más texturizado. Empieza a hacer una trenza de espiga hacia un lado. ¿Cómo se consigue? Dividiendo la coleta en dos ramales y cruzando mechones finos de un lado y de otro cada vez que pasas cabello. Lo importante es que no quede demasiado pulida, así que para darle el toque final, cuando ya tengas hecha la trenza, despéinala con los dedos. También puedes soltarte algún mechón de la parte de delante.

4/4 © Gtresonline

Separa tu melena en dos con la raya al medio y comienza a hacerte dos trenzas de raíz. Cuando hayas llegado a la zona de la nuca, termínalas haciendo una trenza normal. Sujétalas con una goma del pelo ¡y listo! Es muy sencillo pero requiere práctica, ¡así que ya sabes! Ponte frente al espejo y prueba hasta que te queden perfectas.

Más sobre: