Divide tu melena en tres. Con la partición del centro, haz una trenza de raíz invertida pero no la dejes muy apretada, sino que quede deshecha para darle más volumen. En los lados, repite la misma operación pero al contrario, lo que queremos es que queden más pulidas para que afinen el rostro. Para terminar, puedes sujertarlas con unas gomas pequeñas y dejarlas sueltas o bien juntarlas y recogerlas hacia atrás. ¡Tú decides!