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Existen algunos cortes de pelo que ostentan el estatus de icónicos por haber marcado un hito en la historia del cine o la televisión: el pixie de Audrey Hepburn en Sabrina o Vacaciones en Roma con el que convenció a toda una generación de olvidar las maximelenas; el flequillo de Brigitte Bardot o Jane Birkin que se mantiene hasta día de hoy como dos de los looks más pedidos en las peluquerías; o el extra de volumen que lucía Farrah Fawcett en Los ángeles de Charlie. Si nos adelantamos algunos años, Jennifer Aniston consiguió en una sola temporada de Friends que su pelo se convirtiera en un fenómeno mundial que continúa en boga a día de hoy no solo gracias a las contínuas reposiciones de la serie (que también está disponible en plataformas de streaming), también porque se presta a reinterpretaciones como la que vamos a presentarte hoy: se llama "Sachel" y mezcla las inconfundibles capas de "el Rachel" con el desenfado del shag.
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'El Rachel': un corte que hizo historia
A la altura de los hombros, plagado de capas que multiplican el movimiento y con una capacidad natural para enmarcar las facciones, lo curioso es que el famoso corte "Rachel" que Jennifer Aniston llevaba en la primera temporada de la comedia de ficción no convencía a la actriz en absoluto. Ella misma ha revelado en multitud de ocasiones que cuando a Chris McMillan, su peluquero entonces y hasta día de hoy, se le ocurrió crear el look, la californiana no podía esperar a que el pelo le creciera de nuevo. Poco se imaginaba que aquel sería el comienzo de la admiración que despiertan sus mechones o que, décadas después, las tendencias devolverían el estilismo a la cumbre (no sin algunas actualizaciones que van a detallarnos nuestros expertos).
'Sachel', el relevo del corte más famoso de Jennifer Aniston
"Es un corte de media melena más o menos hasta la clavícula, con muchas capas que tienden a caer aproximadamente a la altura de la barbilla. Sienta genial a casi todo tipo de cabello, ya que según orientemos las capas -más cortas para cabello más fino o más largas para cabellos más grueso-, nos aportarán el efecto “messy hair” tan favorecedor", nos cuenta la estilista Ludmilla Garrido, de Tacha Beauty, sobre las señas de identidad del look. Moncho Moreno, director del salón que lleva su nombre, analiza al "Sachel" como una evolución del wolf cut -"supercorto, con flequillo y mucha capa"-, aunque en este caso más largo: "En un principio lo considero un estilo bastante juvenil que favorece a quien tenga una buena calidad de cabello y sobre todo a que se realice una buena ejecución", matiza sobre la importancia de contar con un buen profesional a las tijeras.
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Moncho Moreno también destaca del "Sachel" su carácter alternativo, alejado de lo comercial, y añade quién es el tipo de clienta a quien no recomendaría el corte: "Gente que no tenga el cabello con una calidad suficiente. Es fundamental en este tipo de cortes, o que seas muy manitas y capaces de manejarlo con facilidad a pesar de que el cabello no sea el correcto". En cuanto al perfecto, sería un pelo de textura ligeramente fosca que mantenga el volumen de manera natural, aunque en el caso de un encrespamiento excesivo, "habría que tratarlo antes de hacerlo ya que, si no, las capas acentuarán el encrespado y los volúmenes indeseados si no somos muy mañosos a la hora de peinarnos en casa", puntualiza Ludmilla Garrido.
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Otra sus cualidades con respecto a su antedecesor es que permite las maximelenas y también el flequillo: "La opción de Sachel con flequillo es perfecta para cabello más liso y caras de forma alargada, ya que nos acortará ópticamente el rostro", aclara la estilista de Tacha Beauty, "mientras que la opción sin flequillo es ideal para rostros más cortos o frentes muy estrechas". En cuanto a cómo arreglarlo desde casa, Moncho recomienda uno de sus productos, el acondicionador sin aclarado Surfing: "Está formulado con panela de azúcares, aceite de coco y ayuda a fijar la onda. Consigue un acabado muy surfero y que el pelo se asiente, que no se vea encrespado, porque lo feo en este caso son los acabados de apariencia estropeada".
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Por último, Moncho nos recomienda que se retoque el look cada mes y medio o dos meses a riesgo de que pierda la forma y parezca desarreglado. Ludmilla está de acuerdo con el experto, pues nos explica que "cualquier corte de cabello es necesario retocarlo cada 2 meses para mantenerlo perfecto, en función del crecimiento de cada persona. Si elegimos la opción sin flequillo podremos mantenerlo un poco más, pero si no, al menos el flequillo habrá que retocarlo antes". Y como consejo extra, el peluquero nos recuerda la importancia del color: "Balayage, babylights, pequeños detalles o juegos de tonalidades que creen luces y sombras".