Aunque utilicemos entre siete y nueve cosméticos al día, cada español compra unos 28 al año, según los datos de Stanpa (La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética). De este modo, si cada producto nos durase tres meses, al menos uno sobraría. La entidad no monitoriza los residuos, pero en Reino Unido sí, y allí el 77% de las mujeres compran anualmente hasta 100 productos, aunque usen menos de diez con regularidad. La plataforma de belleza comunitaria Skoosh Skin ya ha hecho las cuentas: cada británica produciría más de cinco kilos de desechos cosméticos a lo largo de su vida (aunque algunos se reciclen). Eso sin mencionar el inventario no vendido: a pesar de que las firmas traten de darle salida mediante descuentos o donaciones, en ocasiones va a parar al vertedero.
-Según los dermatólogos, estos son los ingredientes imprescindibles en tus cremas y sérums
Pero no todo está perdido. Stanpa también ha detectado que en España "dos de cada tres empresas de belleza ya han reducido los residuos de sus productos a través del ecodiseño y la reducción del packaging". La clave está, por tanto, en el formato, y aunque muchas firmas han comenzado a modificar el suyo, cada vez más se encuentran definidas por este aspecto desde su nacimiento.
Una belleza minimalista y nómada
Según Clare Varga, directora de belleza en la empresa de análisis y tendencias online WGSN, "los consumidores están comenzando a simplificar sus rutinas de cuidado de la piel, eligiendo marcas enfocadas a la eficacia". Sus estudios revelan que el tratamiento se está centrando en el "menos pero mejor, sustituyendo aquellas rutinas de múltiples pasos por productos concentrados y fórmulas personalizadas que abordan múltiples preocupaciones a la vez", explica.
La experta concluye que "un estante repleto de frascos ya no es deseable ni asequible. Las marcas deben ayudar a los consumidores a evitar 'compras fallidas', que dan lugar a armarios con productos a medio gastar".
En su lugar, deseamos "cápsulas que no ocupen espacio en el neceser, con las que podamos viajar y retocarnos en cualquier momento", apuntan desde Clarins, una compañía que ha empezado a explorar el formato en su último lanzamiento. Además, la CEO de Noble Panacea, que llegaba a España hace unos meses, cree que "la consistencia es clave para una salud óptima de la piel. La consistencia implica simplicidad y capacidad de repetición. Por lo tanto, identificar una rutina simple, eficaz pero repetible es muy importante para lograr grandes resultados".
De ahí que, en los últimos años, los productos monodosis hayan experimentado un "crecimiento exponencial", debido a sus múltiples ventajas, apunta Noemí Recasens, directora técnica de laCabine. Además de las ya mencionadas, "muchos de los sérums o cremas con activos antioxidantes (sobre todo cuando llevan en su composición vitamina C) pierden propiedades de color y textura una vez abiertos, por lo que las monodosis y las ampollas son una opción excelente", nos dice el
Monodosis desde su creación
Sonia Carreño es también la directora técnica de FactorSkin53, una marca española de parches de belleza "mínimamente invasivos (en comparación con las intervenciones quirúrgicas medicoestéticas) que cumplen con el objetivo de la ciencia moderna: actuar eficazmente sin efectos colaterales perceptibles. Gracias a sus microestructuras biodegradables, el tratamiento es indoloro y sin agujas, pero al contrario que las ampollas, solo con colocar el parche sobre la piel, ya comienza a filtrar profundamente los principios bioactivos en las capas epidérmicas".
La firma presume de trabajar con formatos monodosis desde 2019, cuando se lanzó al mercado: "Queríamos productos fácilmente autoaplicables, lo que permite llevar a cabo un tratamiento profesional de la piel en cualquier momento y lugar", afirma Carreño.
Noble Panacea también ha sido monodosis desde que se lanzó ese mismo año, debido a la sensibilidad y fragilidad de su tecnología. Su CEO, Céline Talabaza nos explica que "las dosis diarias nos permiten asegurar la integridad de la tecnología y la adecuada liberación de ingredientes, así como reducir conservantes y proporcionar la dosis perfecta para una salud óptima". Y como cada producto de Noble Panacea contiene 30 dosis, "nuestros clientes ven los resultados durante el primer mes, incluso las primeras semanas".
Tras haberse establecido en Harrods (Reino Unido), Le Bon Marché (Francia) y KaDeWe (Alemania), esta firma californiana acaba de desembarcar en nuestro país: "España se encuentra entre el cuarto y quinto mercado europeo en lo que respecta a Prestige Skincare. Con cada vez más clientes interesados en la ciencia y la sostenibilidad, se está convirtiendo en un escenario importante", añade Talabaza.
Encapsular el éxito
No obstante, la mayoría de empresas viene de trabajar formatos convencionales. La buena acogida que vivió Milky Boost en 2020 ha empujado a Clarins a reeditar ahora esta base de maquillaje en versión monodosis, como respuesta a "una petición de sus clientas", nos dicen desde la marca francesa. Además de todo lo indicado al inicio de este artículo (comodidad, higiene, frescura, eficacia), "nuestras consumidoras se interesan cada día más por envases recargables. En este sentido, Clarins está trabajando en ofrecer cada vez más refill, para salvaguardar el medio ambiente", apuntan.
Por su parte, la firma española laCabine ha trabajado múltiples formatos desde sus inicios, pues defiende que cada uno es óptimo para solucionar problemáticas diferentes: "Queremos dar solución a las distintas necesidades de la piel, así que en cada caso evaluamos cuál es el mejor formato para cumplir esta misión. En nuestra gama de tratamientos intensivos somos especialistas en ampollas, ya que contamos con referencias tanto en facial, capilar y como en corporal, pero también trabajamos con goteros, contornos, limpieza y cremas, para así poder tener una rutina completa para la piel", afirma Recasens.
Las favoritas de los dermatólogos
Por todo lo mencionado, los médicos especialistas en el cuidado de la piel adoran la cosmética monodosis. La doctora Paloma Borregón se confiesa fan de la que incorpora vitamina C, como "las de Cantabria Labs, Martiderm e Isdin". "De ampollas reafirmantes, me encantan Rilastil y Matricium", apunta.
Un precio alto
Pero no todo son ventajas. En FactorSkin53 reconocen que sus parches marcan un precio más elevado que el de una caja de ampollas. "Es necesaria la misma instalación para crear una caja grande que para una más pequeña; los costes fijos clave son los mismos. Entonces, como marca, lo que hacen es agregar embalajes innecesarios -aproximadamente un 80%-, y aumentar los costes de cuatro a cinco veces", apunta el fundador de Delta Global (empresa líder y proveedor del packaging para marcas de lujo), Robert Lockyer.
Sin embargo, dichos embalajes sueles ser de plástico o cristal reciclado y reciclable, o directamente, biodegradable. Ese fue el gran reto de Milky Boost Capsules, evitar la silicona o el plástico: "Estas cápsulas de maquillaje ecodesarrollado que potencian la luminosidad están elaboradas con sustancias vegetales, entre ellas, algas y féculas de maíz, fácilmente biodegradable, que se desecha sin riesgo de contaminación", responden desde Clarins.
En cuanto al exceso de packaging que denuncia Lockyer, Talabaza señala que la formulación para envases monodosis requiere un proceso de producción y control de calidad diferente: "Toda la marca está diseñada pensando en la sostenibilidad, tanto en el envasado como en el laboratorio, cuando creamos las fórmulas de acuerdo con doce principios de química verde". En cuanto al packaging, la fundadora de Noble Panacea detalla que "la caja octogonal está hecha de almidón (biodegradable) y las dosis diarias son reciclables por Terracycle, nuestro socio desde el lanzamiento. También hemos diseñado las recargas, con las que invitamos a nuestros clientes a conservar la caja original, reciclar y recargar con estas nuevas dosis".
Céline Talabaza se enorgullece de que "esta rutina de cuidado de la piel genera mucho menos desperdicio en comparación con el consumo tradicional de un frasco o una botella, por lo que es un excelente primer paso hacia un viaje ecológico. Además, incluso si no se rellena o recicla, la comparación entre nuestro sérum por sí solo y un sérum normal en un frasco con dosificador genera un 15% menos de desperdicio cuando medimos el peso de lo que quedaría después del consumo. Una vez más, nuestras cajas son recargables y las dosis reciclables y estamos trabajando para ofrecer más innovaciones hacia la sostenibilidad en el futuro". ¿Alguien da más por menos?