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Tenemos que reconocer algo: nos fascina la rutina de belleza coreana. Desde que aterrizó en España, la cosmética del país asiático se ha convertido en un básico para muchas de nosotras. La mayoría de sus productos están formulados con ingredientes naturales, que ofrecen buenos resultados y, que además, tienen un embalaje monísimo. Ya hemos caído rendidas a sus mascarillas cada domingo por la tarde y también a lo trucos de las chicas que más saben para lograr una piel con efecto 'glass skin'. Y ahora acabamos de dar con una técnica que nos ha dejado maravilladas. ¿Sabes que hay formas muy prácticas de sacarle todo el partido a tu limpiador?
Te presentamos dos métodos que llegan directos desde Corea del Sur y que están pensados para que los limpiadores resulten más efectivos a la hora de retirar las impurezas del rostro. Se llaman el "método de los dos dedos" y el "método de los dedos muertos", dos técnicas cuyo objetivo es evitar tocar en exceso nuestra piel para que sea el producto quien actúe directamente en ella. Prepara tu diadema, elige el limpiador que normalmente uses y ve al baño, ¡te lo explicamos!
© @sarah-glow-Todo lo que tienes que saber sobre la rutina de belleza coreana
Antes de comenzar con la limpieza, hay una serie de consejos que tenemos que tener en cuenta si queremos que todo salga bien. Lo primero: retira todo el pelo de la cara con ayuda de una goma o de una diadema, así te asegurarás de que no estorbe cuando apliques el producto. Y segundo: no manipules ningún cosmético si no te has lavado antes las manos, ya que podrías transferirle las bacterias.
El "método de los dos dedos"
Escoge un limpiador facial que vaya acorde a tu tipo de piel y pon un poco de producto sobre el rostro. Ahora, con ayuda del dedo anular y ejerciendo un poco de presión, aplícalo por toda la cara.
El "método de los dedos muertos"
Una vez hayas extendido todo el limpiador por tu rostro gracias a la técnica anterior, sin ejercer presión, utiliza todos los dedos de la mano menos el pulgar, para terminar de aplicar el producto.
El objetivo es extender correctamente el limpiador por el rostro con la menor contaminación posible, evitando también ejercer un exceso de presión contra la piel. ¡Nosotras vamos a poner en práctica esta técnica desde ya mismo!
