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Que las tendencias son cíclicas es una realidad que no solo se aplica a la moda, la belleza también se nutre del pasado para reinventarse y como prueba te recordamos que los flequillos que han estrenado las chicas del momento ya los habían llevado Brigitte Bardot, Audrey Hepburn o Jane Birkin mucho antes. Aunque los iconos del cine nunca defraudan a la hora de inspirar a las nuevas generaciones, a veces no hace falta echar la vista tan atrás para darse cuenta de que lo que triunfa en la calle no sale de la nada. ¿El último ejemplo? Los peinados indie que regresan desde la primera década de los años 2000 con su aire despreocupadamente estudiado en los que los mechones fuera de su sitio o el encrespamiento son más que bienvenidos y cuyas musas más destacadas fueron las gemelas Olsen o Mischa Barton.
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'Y2K', la tendencia más nostálgica del momento
Comenzaron su carrera frente a las cámaras cuando eran tan solo unos bebés turnándose el papel de Michelle en Padres forzosos en los 90, sin embargo, fue en la década de los 2000 cuando Mary-Kate y Ashley Olsen se convirtieron en auténticos iconos de estilo para todas las adolescentes que seguían atentas cada paso que daban. Ahora, ese talento para crear tendencia ha levado a las gemelas a dirigir una respetada firma de moda (The Row), en aquel entonces su estilo indie despreocupado era el look más deseado.
En 2022, la fijación estilística con aquellos tiempos que se ha bautizado como Y2K también incluye a los peinados más icónicos de las Olsen. Sus señas de identidad son inconfundibles: "Las melenas son principalmente largas, aunque con desfilados que le dan cierto movimiento natural. Se peinan con poco esfuerzo y se permiten incluso dejar cierto encrespamiento", revela Rafael Bueno, del salón malagueño Rafael Bueno Peluqueros, sobre la tendencia que huye deliberadamente de los acabados perfectos. "Lo que transmitimos es frescura, libertad sin que nos importen las opiniones de los demás", apunta la directora de Salón Blue, Raquel Saiz.
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Looks que derrochan personalidad
Los accesorios son más que bienvenidos y toman forma en pañuelos estampados a modo de turbante, por ejemplo, aunque manteniendo siempre el desenfado propio de la estética indie: "Esta tendencia es una mezcla arriesgada entre estar a la moda, con un toque lujoso y ostentoso, añadiendo algún elemento que indica lo contrario, ñoño, desfasado y muy normal", explica Raquel Saiz. El resultado es un look que consigue que la mujer que lo lleva destaque entre la multitud y proyecte la imagen de que no le preocupa lo que nadie piense de ella. "Rompemos con la tendencia de seguir a la masa, aunque nos inspiramos en otros, demostrando que tenemos un estilo personal propio", añade Manuel Mon, de Manuel Mon Estilistas (Oviedo).
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Apuesta por lo natural
La frescura de sus acabados se traslada incluyo a los peinados de fiesta con Mischa Barton como el máximo exponente de que la tendencia también estaba permitida en la alfombra roja. "El cabello huye del artificio con recogidos que reflejan prisa y poco cuidado y con texturas muy frescas", aclara Manuel Mon. Más allá de una elección estética, el indie va mucho más allá: "Viene a contrarrestar otras tendencias de looks muy cuidados y trabajados. Es una despreocupación que no es banal, sino que quiere reforzar la personalidad, la posibilidad de decidir qué está bien y qué no a través de estos gestos. Es todo un posicionamiento social", concluye Felicitas Ordás, de Felicitas Hair (Barcelona).
