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Durante las últimas temporadas hemos aprendido que los rizos han dejado de ser una tendencia momentánea para convertirse en un look clásico que nunca pasa de moda y como prueba están los peinados como el de Kate Middleton, con efecto rejuvenecedor y perfecto para sumar volumen a una melena lacia. Uno de los inconvenientes a los que se enfrentan aquellas que tienen el pelo rizado por naturaleza es que es más propenso al encrespamiento, a la falta de brillo y a la deshidratación. Aprender a mimarlo con cuidados a medida es la clave para lucirlo bonito y dejar de soñar con tener un cabello liso de una vez por todas y también el objetivo que te proponemos para este 2022. Descubre cuáles son los cuatro errores más comunes de color, tratamiento o styling para no volver a repetirlos a partir de ahora.
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1. No eliges bien el champú
Lo que los productos de lavado específicos para pelo rizado tienen en común es que han sido formulados para evitar que la melena se deshidrate. Como consecuencia cuando no se eligen tratamientos a medida es el temido encrespamiento o unos mechones de apariencia apagada, opaca. Además, a la hora de utilizar el champú, es importante que "lo apliques únicamente en las raíces y masajees circularmente el cuero cabelludo ayudándote de las yemas de los dedos. Usa un champú suave sin sulfatos ni siliconas pero que limpie en profundidad y recuerda no frotar el pelo entre sí para evitar roturas", aconseja Diana Montesinos, fundadora de Rulls, quien recomienda el Shampoo Bar de su marca especializada en rizos.
2. No utilizas mascarilla
Usar un acondicionador a diario después del champú no es suficiente para retener la humedad: "La mascarilla funciona de un modo diferente al acondicionador, por eso se complementan tan bien. Mientras que el acondicionador crea una película en la fibra capilar que ayuda a que el pelo no se encrespe, la mascarilla se compone de moléculas más pequeñas que consiguen penetrar dentro del pelo. Esto hace posible su aporte de proteína y que sus efectos persistan durante los lavados", explica la peluquera Felicitas Ordás, de Felicitas Hair.
Además, la especialista revela cuál es la técnica adecuada a la hora de aplicar este producto de hidratación intensiva: "Retiramos el exceso de humedad con una toalla, separamos el pelo por secciones y la vamos aplicando. Nos recogemos la melena en un moño y la dejamos actuar", apunta Ordás. Como último paso, se aclara la melena con agua, preferiblemente tibia.
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3. Secas el pelo por completo antes de peinarlo
Recapitulando, el pelo rizado necesita hidratación por encima de todo y la manera en la que se utilizan los aceites, geles o espumas de peinado marcan la diferencia: "Un truco para lucir unos rizos bonitos es aplicar un poco de aceite de medios a puntas antes de aplicar el producto de acabado. Otro es no dejar que se absorba el exceso de agua que tiene el pelo al salir de la ducha y aplicar la crema de rizos o la espuma entonces", apunta Charo García, del salón Ilitia Beauty & Science. A la hora de elegir las mejores fórmulas de styling, de nuevo, "debemos recurrir a productos que aporten humedad y nutrición y que cuenten con ingredientes como el aceite de coco", recomienda la peluquera.
4. Te tiñes el pelo como si fuera liso
No solo a la hora de lavarlo, el pelo rizado cuenta con sus propias reglas cuando se tiñe o se ilumina con reflejos: "Para estos casos, la coloración a base de barros o aceites orgánicos son muy recomendables, ya que dañan menos la fibra porque aportan parte de la proteína que se pierde durante el proceso de coloración", revela Raquel Saiz, directora de Salón Blue by Raquel Saiz, quien añade que también "son preferibles los tintes sin amoníacos y aplicados en la raíz, sin llegar a las puntas".
Una vez se consigue el tono deseado, "debemos ser muy rigurosos con los cuidados que realizamos en casa, también realizar tratamientos en el salón cada mes o dos meses para hidratar y regenerar. Esto es así porque el pelo rizado es más seco y si además lo teñimos, lo resecamos aún más", recuerda la experta peluquera.
