Sabemos que lo fundamental para que la piel siempre esté bonita es una correcta hidratación, un tono uniforme y su luminosidad. Pero lo cierto es que lograr el equilibrio entre estos tres objetivos de belleza es muchas veces difícil. Bien sea por cambios hormonales, por la dieta o por otros factores externos como la contaminación (o el hecho de utilizar muchas horas la mascarilla sanitaria), hacen que debamos recurrir a tratamientos para combatir el acné y otras imperfecciones resecando el rostro en exceso. Si a esto le añades un exceso de maquillaje, puede que estés alejándote del ritual que tu piel necesita.Por eso, es importante que elijas muy bien los productos y sobre todo, los pasos. La buena noticia es que con el truco que acaba de revelar la maquilladora Nikki DeRoest seguro que te resulta más sencillo. Nos referimos a una técnica que promete un acabado fresco, radiante y, lo más importante, sin brillos, a través de la aplicación estratégica de polvos translúcidos.
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Nikki DeRoest es una de las gurús más conocidas de Hollywood y acumula años de experiencia con clientas VIP entre las que cuenta con Rosie Huntington-Whiteley, Behati Prinsloo o la chica de moda, Addison Rae. Además, la especialista es toda una prescriptora de tendencias de las que habla a través de sus redes a sus cientos de miles de fans. Un buen ejemplo de estas clases exprés que imparte vía online es en la que explica la técnica Pinpoint powder con la que se consigue una piel de aspecto perfecto y con el equilibrio óptimo de luminosidad.
"Esta técnica sirve para mantener esa piel radiante y bonita que todos queremos. Porque el glow es sinónimo de juventud, salud y simplemente queda genial", comienza a explicar DeRoest sobre la importancia de potenciar la luz en el rostro mediante fórmulas hidratantes e iluminadoras. "Sin embargo, esto no significa que queramos que nuestra cara parezca una bola de discoteca", razona la maquilladora. La solución que propone es tan obvia como efectiva y consiste en utilizar unos polvos sueltos translúcidos y una brocha facial pequeña y aplicar una pequeña cantidad de producto sobre las zonas en las que el brillo no favorece.
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"La clave para realizar el pinpoint powdering consiste en usar una brocha más pequeña", explica Nikki sobre la herramienta que ayudan a que la técnica salga perfecta. Después, se coge un poco de polvo y comienza la aplicación: "Me gusta empezar entre las cejas", revela la maquilladora, quien a continuación asciende hacia la frente pero sin llegar a la zona de las sienes, "Quiero mantener el brillo que aparece justo en los laterales". Otro punto que ella denomina como "caliente" son los lados de la nariz, sobre los que también matifica dejando la parte central superior con un toque natural de brillo. "Ahora entenderéis por qué se necesita un pincel más pequeño, sino sería imposible realizar este trabajo de detalle". Como último destino está la barbilla, donde la especialista concentra el producto tan solo desde el centro hacia abajo.
Aunque estas sean la zonas principales en las que la experta recomienda el pinpoint powdering, señala otras áreas que pueden ser problemáticas en función de la persona: "Si sueles tener mucha grasa debajo de los ojos, puedes realizar una pasada suave con el producto que quede en la brocha, pero si no también os digo que no os centréis mucho en esta parte porque no quieres que parezca deshidratada o cargada porque eso hará que se marquen más las líneas de expresión", advierte DeRoest. El resultado es una versión más ligera, fresca y natural de la técnica del baking que triunfaba hace un par de años y que consistía en aplicar una capa de polvo en las zonas amplias del rostro y mantenerlo durante unos minutos para contrarrestar cualquier brillo que pudiera aparecer.