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Que el verano es una estación crítica para el pelo es una realidad de la que pocas se escapan: la sal, el sol, el cloro, el viento, la arena o la humedad son los culpables de que los mechones se deshidraten, pierdan el brillo y se encrespen con facilidad. Los protectores capilares y los acondicionadores sin aclarado se convierten en productos imprescindibles durante estos meses, siempre acompañados de rituales nutritivos intensivos que se consiguen mediante la aplicación de una mascarilla un par de veces a la semana, como mínimo. Para evitar el temido frizz que sufren especialmente las que lo tienen rizado, existe otro gesto con el que evitar que el problema empeore: enjuagar la melena con agua dulce después de salir del mar o de la piscina. Para diseñar la rutina ideal con la que combatir la sequedad, las puntas abiertas y la degradación del color con éxito, los expertos revelan qué hay de realidad en algunos de los mitos que rodean al cuidado del cabello en vacaciones.
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El rubio se vuelve verde en verano ✓
Este mito es real y sobre todo si se llevan determinados matices más vulnerables a los factores externos: "Conviene evitar las tonalidades y los reflejos fríos. En invierno funcionan bien, pero el sol puede hacerlos virar hacia el verde o el azulado. Los matices dorados o miel son la solución", apunta David Lorente, director del salón bautizado con su nombre. De hecho, el especialista va un paso más allá y recomienda huir de los tonos extra claros: "Aprovecha para oscurecerlo un poco. En verano se va a aclarar y lo ideal es dar el tinte o las mechas un grado más oscuro de lo habitual".
Para aquellas que necesiten una solución cuando el daño ya está hecho, Lorente revela que "una vez por semana es recomendable utilizar una mascarilla con pigmentos para neutralizar reflejos indeseados y potenciar el color. Pero es importante que des con el tono que mejor se adapte a tu melena". Como opciones, la nueva mascarilla Super Matizante de Garnier Olia está formulada con pigmentos violeta y enriquecida con aceites florales nutritivos de origen natural y funciona tanto en bases rubias como castañas. En formato champú está el lanzamiento de Moroccanoil de este año: Blonde Perfecting Purple Shampoo, que neutraliza la oxidación y aporta hidratación gracias al aceite de argán que contiene.
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El encrespamiento es un problema exclusivo de los cabellos finos ✗
"El encrespamiento se produce cuando el cabello está deshidratado, independientemente de su grosor. Hay que tener en cuenta que el pelo deshidratado presenta un déficit de aceites naturales, por lo que, en el momento en que nota humedad en el ambiente, rápidamente se encrespa en busca de esa humedad para hidratarse", explica Teresa Ciment, farmacéutica y responsable de comunicación de Nuggela & Sulé. Además de esta deshidratación tan común durante los meses de verano, la cal y el pH del agua son otros dos factores que favorecen el frizz: "Las variaciones de pH provocan que la cutícula capilar se abra perdiendo los aceites y el agua que lo mantienen en perfectas condiciones", revela Climent. La especialista prescribe fórmulas de lavado sin sulfatos y enriquecidas con ácido hialurónico y aceites para sellar la cutícula, como las ampollas reestructuradoras instantáneas de la marca, Keratina-Hialurónico, con las que se rellenan los poros que deterioran la capa superficial del pelo.
La melena crece más en verano ✓
Sorprendente pero cierto y la razón es el aumento de las horas de sol y la subida de las temperaturas: "El calor provoca una vasodilatación en la raíz que da lugar a un aumento en el ritmo de crecimiento del cabello", asegura Teresa Ciment, "sin embargo, también hay que tener en cuenta que el exceso de sol reseca la fibra capilar, por lo que cuando vayamos a exponernos al él debemos utilizar fotoprotectores especialmente formulados para el pelo". Como consejo para aumentar la efectividad del producto, "lo más importante es proteger el tallo del cabello, que es la zona en la que se producen las quemaduras solares que dañan la queratina de la melena", avisa la farmacéutica.
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Secar el pelo con una toalla lo estropea ✓
En realidad, esta es una verdad a medias porque todo dependerá de qué tipo de tejido y de técnica se utilicen para hacerlo: "Elige toallas 100% de algodón y de buen gramaje y seca siempre mediante toques, nunca frotando. Si lo haces, estás, directamente, encrespándolo. Además, la fricción levanta la cutícula y hará que el cabello sea susceptible de sufrir daños", expone Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez. El peluquero también recomienda que se aprovechen los meses de verano para secar el pelo al aire: "Se usan indiscriminadamente para intentar acabar con el encrespamiento pero las herramientas de calor acaban con la hidratación del cabello y lo resecan enormemente".
Hay que cepillar el pelo nada más salir del agua ✗
Este es el último mito que destierra Sánchez sobre un error muy común: "Justo después del baño el cabello es especialmente frágil, por eso, antes de desenredarlo, es necesario aplicar un acondicionador sin aclarado o el mismo protector solar capilar, para ayudar al desenredado, nutriendo el cabello al mismo tiempo", apunta el estilista, quien también recomienda un peine de púas anchas para hacerlo. Esta vulnerabilidad es la razón por la que los especialistas tampoco aconsejan que se duerma con el cabello húmedo: "En los meses calurosos es más frecuente ceder a la tentación de no secarlo bien antes de irse a la cama. Muy mal hecho. La fricción de la almohada puede provocar roturas, no podemos olvidar que el pelo mojado es más susceptible de partirse", recuerda David Lorente, además, "el cuero cabelludo podría inflamarse y el pelo se enreda mucho más".
