Un cabello con volumen es uno de esos ‘deseos eternos’ que nunca dejamos de intentar, con miles de productos y trucos con los que buscamos sumarle algún centímetro de altura a nuestra melena. Quizás no estás acertando y puedes estar cometiendo alguno de estos diez errores. Te contamos cómo ponerles remedio.
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1. No dedicar a la raíz el tiempo necesario
El primer truco es el más sencillo: secar el cabello boca abajo. Pero volcar la cabeza al secar es solo parte del truco: nada como un cepillo de esqueleto o un peine para levantar la raíz, mechón a mechón, desde el cuero cabelludo.
Las horquillas de pinza de pico de pato largas también son perfectas para poner justo en la raíz, en perpendicular al nacimiento del pelo, para marcar y elevar esa parte, ejerciendo una acción de lifting capilar. Y, por supuesto, no podemos olvidar el truco top cuando de raíz se trata: cardar las capas inferiores del cabello para ‘elevar’ y marcar las superiores.
2. El corte de pelo no es el adecuado
¿Cabello fino? Entonces, moderación con las capas y con la longitud: son perfectos los cortos y bobs, o, como largo máximo, el lob, pues a mayor longitud, más peso… y menos volumen.
3. No se cuida el cabello desde el interior
Quien más, quien menos, le dedica muchos mimos y atención a la fibra capilar. Y es cierto que, cuando encuentra los cuidados adecuados, responde de maravilla: desde el champú específico para sus necesidades a la mejor mascarilla o aceite, la parte exterior del pelo reacciona rápidamente cuando se le da lo que requiere.
Pero… paradójicamente, esa área del cabello no está viva, al contrario de lo que sucede por debajo del cuero cabelludo. ¿Cómo atender el cabello fino allí donde nace, en el folículo piloso, siempre a través de la nutrición? Con una alimentación rica en hierro, vitamina B y pescado azul, o con la ayuda de complementos alimentarios para el cabello. No conseguirán que el pelo se duplique, pero le aporta un extra de densidad, y, como beneficio adicional, ¡las uñas también se fortalecen!
Peinar en dirección contraria a la raíz, hacer una coleta o moño suaves en lo alto de la coronilla, un toque de champú en seco o cardar ligeramente el nacimiento del cabello le dan más cuerpo
4. No usar productos de volumen en cada paso de la rutina capilar
Champú, acondicionador y una batería de productos voluminizadores: no hay que elegir, ¡hay que usarlos todos!
5. Equivocarse con el producto idóneo
En polvo, espuma, espray, gel… El universo de los productos de volumen es enorme –y no es fácil navegarlo con acierto-. La crema es adecuada cuando se quiere volumen en toda la cabellera, la espuma es para quienes quieren estilos definidos y marcados, el gel funciona muy bien con los recogidos, el espray es el producto de mayor duración y los polvos actúan en áreas concretas, como un tupé o el flequillo.
6. Desconocer el modo de uso de cada voluminizador
Cada producto tiene una forma de aplicación diferente. Con el espray se deben trabajar las capas inferiores y asegurarse de que se deja secar entre cada pssst. ¿Hablamos de espumas? Siempre desde la raíz. El gel es preferible repartirlo, sobre todo, cerca del cuero cabelludo, mientras que los polvos deben usarse con mesura allí donde el cabello sea más corto.
7. No cambiar la dirección de la raya del pelo
¿Peinada siempre igual? ¡Error! Llevar la raya lateral y cambiarla de dirección regularmente otorga volumen en los frontales.
8. No hacer un detox de siliconas
No hay nada malo en los champús y acondicionadores con silicona, pero se acaban acumulando y aportan un peso extra que lo aplana. Una opción es pasarse a productos sin siliconas: en las fórmulas se detecta cuando hay ingredientes con las terminaciones -cona o -siloxano, si bien las que comienzan por peg- son más fáciles de eliminar.
¿Otra alternativa? Usar un champú purificante o de arrastre cada 2 a 4 lavados. Una tercera vía es extender por el cabello un aceite natural de prelavado y dejarlo actuar, al menos, una hora. Las siliconas son solubles en aceite, por lo cual se adhieren al mismo y desaparecen con el lavado.
Llevar la raya lateral y cambiarla de dirección regularmente otorga volumen en los frontales
9. No tener el cepillo más adecuado
Sí a los de esqueleto, que permiten trabajar bien la raíz y ahuecarla con la ayuda del cepillo y secador; sí a los de cerdas naturales; y no a los metalizados para el brushing: su barril se calienta en exceso, restando ese volumen tan deseado y buscado.
10. Abusar del calor del secador
Y luego, de la plancha. Y otro toque más de plancha (aunque sea para rizar...). ¿El resultado? Obtenemos el efecto contrario al deseado, y el cabello cae plano y lacio. Dejar secar el cabello al aire o usar el secador al mínimo y limitar el uso de herramientas de calor son gestos que ayudar a dar volumen extra.