Los especialistas en cabello ya nos avisaban de que durante este otoño notarías el pelo más apagado, pobre y estropeado que nunca. Los meses dentro de casa sin exponerte a la luz natural del sol son los responsables de tan malas noticias, pero se pueden revertir justo a tiempo para la llegada de otro fenómeno que también afectará a la calidad de tu melena: el cambio de hora de este domingo. Si ya has solucionado el error que muchas cometen y que tiene que ver con las veces que usas el champú, además de contar con los mejores productos para cuidar tus mechones durante este otoño, lo único que te falta es prestarle más atención a tu rutina de prelavado. Sí, parece ser que el momento previo a meterte en la ducha es tan importante (si no más) que el lavado en sí, palabra de experto.
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Adelantarse al problema
"Con la llegada del otoño y el cambio horario los días son más cortos, la exposición solar se reduce y hay menos horas de luz. Nuestro organismo detecta este cambio a través de nuestros ojos, y entiende que no necesita protegerse tan enérgicamente como en verano, cuando la radiación solar es más intensa. Se inicia así un proceso de renovación capilar durante el cual el pelo se cae más e incluso sentiremos que es más no”, explican desde la marca especializada en productos para el crecimiento y fortaleza del cabello, Nuggela & Sulé. Además de apostar por fórmulas anticaída si notas más cabellos de la cuenta enredados en el cepillo, reforzar tu ritual de cuidados con los consejos de los expertos es como evitas que se te abran las puntas, la pérdida de brillo y, lo mejor, mantienes a raya el encrespamiento en días de lluvia.
La importancia del ritual prelavado
Prelavado: un concepto que la mayoría asocia a un programa de la lavadora pero que podría ser lo que le falta a tu ritual de cuidados para ser realmente efectivo. Y es que, según los profesionales existen muchos gestos que van antes de la aplicación del champú y te sorprenderá saber que la mayoría de ellos están pensados para conseguir los resultados que siempre le has pedido a tus productos bajo la ducha: te crece más el pelo y más fuerte, potencias su brillo y, además, multiplicas la efectividad de tu mascarilla, la fórmula nutritiva por antonomasia con la que combates el encrespamiento con una buena dosis de hidratación. Descubre cómo transformar a mejor tu rutina de lavado durante este otoño:
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1. Masaje previo
Ya son muchísimos los expertos que recomiendan los masajes en el cuero cabelludo para que un pelo más sano y más fuerte. La razón es obvia: es la base desde donde nace el cabello por lo que, cuanto mejor esté, de mejor calidad crecerá este. "El cuero cabelludo está recubierto por una película hidrolipídica que lo protege de las agresiones y las bacterias, a la vez que garantiza su flexibilidad. Pero esta película natural puede verse dañada y dejar de desempeñar correctamente su papel por culpa del estrés, el cansancio, una carencia de vitaminas, una alimentación desequilibrada, la contaminación, el sol o los tintes y tratamientos agresivos", revelan los expertos de Leonor Greyl.
Para sanar los posibles desequilibrios que sufra el cuero cabelludo, realizar masajes con un aceite específico es el gesto con el purificas, renuevas y nutres la base desde donde luego crecerá el cabello: "El masaje capilar, realizado durante al menos 1 minuto, además de producir una sensación de bienestar inmediata, relaja el cuero cabelludo y activa la microcirculación, lo que permite que la sangre transporte mejor los nutrientes necesarios para la vitalidad del cabello hasta los folículos pilosos", explican desde la marca sobre los beneficios de esta costumbre prelavado. Para facilitar el masaje y potenciar sus resultados, aceites como Régénérescence Naturelle de Leonor Greyl, el Sérum para Cuero Cabelludo de Jengibre de The Body Shop, o el tónico Complexe 5 de René Furterer, son buenas opciones para conseguirlo.
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2. El momento de la mascarilla
Lo normal es que la aplicación de la mascarilla venga después del champú, sí, justo cuando aprovechas para lavarte el cuerpo, exfoliarte la piel o depilarte las piernas mientras que la fórmula nutritiva hace efecto. Sin embargo, es antes de meterte en la ducha y sobre pelo seco cuando este gesto es más efectivo: "De esta manera, evitaremos que el agua haga de “barrera” y dificulte la penetración del tratamiento y también es una fantástica alternativa para cabellos finos o sin volumen que siempre tienen miedo de que la mascarilla, aplicada después del champú, añada demasiado peso al cabello", cuentan desde Leonor Greyl.
El método con el que maximizar este ritual es el siguiente: "Una vez aplicada, se deja actuar 20 minutos y después se puede aprovechar para desenredar el pelo añadiendo una pequeña cantidad de mascarilla y peinando el cabello con un peine de púas anchas. A continuación, se lava el cabello de manera normal", aclaran los especialistas de la marca francesa. El resultado es una melena mucho más hidratada que con la alternativa tradicional y, por lo tanto, con menos posibilidades de sufrir encrespamiento.