Cuando, hace unos meses, se comenzó a hablar del CBD -uno de los principales componentes del cannabis- como el ingrediente cosmético de moda, las dudas aparecieron en conversaciones y buscadores. Si tenía efectos secundarios o su legalidad fueron algunas de las cuestiones que se planteaban sobre este activo que más y más firmas introdujeron en sus formulaciones. La llamada a nivel publicitario era intrínseca al propio cannabidiol, como también se le conoce, pero que Kim Kardashian, Emma Roberts o Gwyneth Paltrow, entre otras celebrities internacionales expertas en belleza, se declararan usuarias de la cosmética con CBD convirtió a estos productos en los más buscados. Ahora, la industria trata de demostrar que no es solo un ingrediente con buen márketing, sino que esta parte no psicoactiva del cáñamo podría ser el próximo superingrediente para combatir el envejecimiento de la piel. Así nos lo cuenta Elsa Navarro, Vicepresidente Wellbeing Unit en Khiron Life Sciences Corp y encargada de lanzar al mercado Kuida, una firma de belleza colombiana basada en los beneficios del CBD que acaba de llegar a España.
Han sido muchas las casas de belleza -como Rodial, Doctor Babor o Foreo- que últimamente se han apuntado a la tendencia del CBD con nuevas líneas, pero construir una firma enteramente a partir de este activo es algo a lo que muy pocas empresas se han atrevido. La francesa Ho Karan, que nació en 2015, fue una de las pioneras en Europa, mientras que la farmaceútica Khiron siguió sus pasos en América Latina cuando, en 2018, creó Kuida, la primera marca cosmética con cannabis en Colombia. Y también la primera en anunciar sus bondades en América Latina.
"Fuímos los primeros en poner publicidad masiva en Américana Latina sobre cannabis, pusimos vayas publicitarias en Colombia y comerciales en televisión. Y fue un choque", nos cuenta Elsa Navarro, desde Bogotá, sobre los inicios de Kuida. "En el lanzamiento estábamos muy nervioso, a nivel global el cannabis tiene mucho tabú y más aquí, en Colombia. Se necesita mucha reeducación, que es más difícil que educar porque tienes ampliar el concepto social y cultural, pero tuvimos momentos muy interesantes", recuerda. Entre esas situaciones curiosas destaca que quienes más interés mostraban por sus productos fueron las señoras mayores y no las chicas de entre 25 y 45 años, el target al que, creían, se estaban dirigiendo.
"Nos dimos cuenta de que las mujeres de más de 60 años eran las que se acercaban primero. Y es que muchas decían "claro, yo me acuerdo cuando éramos pequeñas que teníamos una plantita en casa y la utilizábamos para muchas cosas"", nos explica. La acogida fue tan buena que, el mismo día del lanzamiento, Crosmoprof (el evento internacional más importante de la belleza profesional) les invitó a participar en su feria. Era la primera vez que una marca colombiana estaba allí y eso les ayudó a una internacionalización en tiempo récord que, menos de dos años después, les ha hecho cruzar el charco hasta España para distribuirse a través de la página web de Douglas. "Teníamos muchas seguidoras españolas en redes y nos pedían que vendiéramos nuestros productos aquí. La cultura española y colombiana, en moda y belleza, están cada vez muy cerca porque tenemos un ADN latino común".
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Los beneficios antixiodantes del CBD, ¿el próximo superingrediente cosmético?
Las señoras de las que habla Elsa Navarro, las primeras en reconocer abiertamente los beneficios del CBD, lo hacían debido a su cultura de una forma casi intuitiva. Pero lo que ahora buscan las marcas es demostrar, científicamente, ese conocimiento popular. "En este momento, lo más interesante es que sabemos que el CBD puede llegar a ser uno de los antioxidantes naturales más potentes para la cosmética. Ya se puede demostrar sus beneficios en la piel contra el efecto de los radicales libres, las arrugas y el envejecimiento. Pero también tiene muchas otras propiedades que hay que terminar de descubrir y que pueden ser muy interesantes para la consumidora. A pesar de que está entre nosotros desde hace millones de años y de que tenemos un sistema endocannabinoide preparado para recibir a esas sustancias de las plantas del cannabis, tenemos que estudiar muchísimo todavía", afirma Navarro.
Su empresa, por ejemplo, ha firmado el primer acuerdo de investigación con un hospital público, referente en dermatología, para averiguar sus beneficios en la piel. Porque aunque sobre todo se ha hablado de sus efectos relajantes, calmantes y antiinflamatorios, actuar como antioxidante o para el control del sebo en rostros grasos son campos todavía por explorar. "Al CBD le queda recorrido para rato, todavía está empezando. El potencial que tiene es impresionante, yo creo que va a ser un superingrediente en la industria cosmética".
Cómo iniciarse en la cosmética con CBD
Igual que sucede con cada nueva tendencia cosmética, la pregunta también se plantea en este caso: ¿cómo introducir el CBD en mi rutina de belleza? Elsa afirma que no es necesario cambiar por completo el ritual -un punto a favor de estos productos-, sino que se trata de ir probando aquellos que necesitemos en cada momento, según las necesidades concretas de nuestra piel. "El producto Fluido Rutina 0, que es nuestra fórmula más compleja, es ideal para una consumidora que está empezando a entender su piel. Después tenemos productos que recomendaría a una mujer más mayor, como la Crema Noche, ideal a partir de los 45 años, cuando necesitas una hidratación mayor", recomienda.
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En su amplio catálogo, Kuida -que se define como Skin Care- incluye, además de una extensa gama de fórmulas faciales y corporales, un producto para el cabello: un aceite capilar. ¿Por qué esta elección? "En Lationamérica ha habido un boom de los champús con CBD, pero esta molécula, para poder permear, necesita un buen vehículo y si la pones en un producto enjuagable como es el champú, lo estás desperdiciando. Por eso lanzamos un aceite sin aclarado -que también se puede usar en el cuerpo-, que permite dejar el CBD actuar en el cabello y obtener todos sus beneficios antioxidantes". Otro uso para un ingrediente que, más allá de su polémico origen, promete dar muchísimo que hablar en la industria de la belleza.