Era su primera vez en la gala de clausura del Festival de Cine de San Sebastián y la ocasión lo merecía. "Hemos elegido un vestidazo rosa palo de Roberto Cavalli, muy ceñido, con cola y pedrería", nos adelantaba horas antes de la alfombra roja Ana Fernández, una de las actrices con más estilo de nuestro país. "Para compensar el diseño y añadir mi personalidad, llevaré un peinado más roquero, un semirecogido con mucho cuerpo", nos explicaba sobre el look que, a partir de algunas referencias tomadas de Blake Lively y Kim Kardashian, ella y su peluquero, Gabriel Llano, han trasladado a su terreno. "Es el día de hacerlo, de arriesgar", afirma Ana, mientras Gabriel la peina -con sus manos expertas y los mejores productos de Kérastase- en este tutorial exclusivo para HOLA.com.
La nueva melena rubia de Ana Fernández
Aunque se convirtió en una de las mejores embajadoras del bob, Ana Fernández se ha pasado al otro bando, al de las chicas con la melena larga. "He llevado el pelo corto mucho tiempo por exigencias de Las chicas del cable y tenía ganas de cambiar, de hacerme una coleta...", nos cuenta sobre este nuevo look que la está acompañando en una etapa de "reflexión, de parón necesario" tras el final de la serie que Netflix hizo conocida a nivel internacional. Lo que no ha modificado de su personaje, Carlota Rodríguez de Senillosa, es el tono rubio muy claro. "Mi pelo natural es rubio ceniza, con lo que llevarlo claro me queda natural. Si eres morena, necesitarás un proceso más largo para aclararlo", explica, aunque también afirma que incluso, siendo rubia por naturaleza, su color necesita cuidados especiales y, sobre todo, la experiencia de un colorista tan bueno como su peluquero y amigo Gabriel Llano.
"Tener un rubio bonito es una inversión, tanto en un buen profesional como en productos de calidad", afirma. ¿Sus preferidos? "La línea Kérastase Blond Absolu, que combino con los nuevos productos de Chronologiste. Sobre todo me gusta el sérum de perlas (Sérum Universel), es maravilloso", revela sobre sus cuidados para mantener su rubio precioso. Un rubio que nunca cambiaría por... "pelirrojo, creo que no me lo pondría. Y tampoco me raparía la cabeza; si fuera por exigencias del guion, ¡me lo pensaría mucho!", nos cuenta.