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Según las tendencias de cada momento pueden estar de moda las cejas finas o gruesas, incluso el tamaño ideal de los labios también varía de una década a otra, pero si hay un detalle de los cánones de belleza que nunca cambia ese tiene que ser el de las pestañas. Cuanto más largas, oscuras y densas sean mejor, porque de esta forma tienen el superpoder de definir la mirada, intensificar el color de los ojos e incluso conseguir un 'efecto apertura' con el que parece que se duermen las 8 horas reglamentarias. Para las que no cuentan con este atributo físico de nacimiento, las fórmulas de máscaras de pestañas se superan cada año para conseguir un efecto XXL y las celebrities han sucumbido a las extensiones de pestañas que prometen un resultado espectacular que dura alrededor de un mes. Sin embargo, son las postizas las que consiguen el resultado más impactante en menos tiempo y ahora llega la novedad con la que las que no sabían ponérselas por fin se atreverán: las pestañas magnéticas.
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El efecto de las pestañas magnéticas es el mismo que el de las postizas, consiguen un extra de longitud, de volumen y por supuesto de densidad gracias a una tira que se adhiere a la base de las pestañas naturales. Lo único que cambia de una versión a otra es el producto que ayuda a aplicarlas: en el caso de las postizas es un pegamento con una fórmula aprobada oftalmológicamente y en el de las magnéticas es un delineador negro con el que se traza la línea del ojo y que tiene la propiedad de actuar como un imán.
"Es tan fácil como aplicar el delineador magnético y colocar la pestaña encima", explican desde Ardell, una de las marcas de pestañas postizas más utilizadas por los insiders de la industria cosmética y que ahora lanzan su propia versión de las magnéticas: "La mayoría de las mujeres están más acostumbradas a la aplicación de un eyeliner que no al pegamento que se suele usar para la versión clásica de este complemento para la mirada. Así, es tan fácil como reproducir el gesto ya conocido del día a día y situar las pestañas encima", aseguran los expertos, quienes han creado una fórmula de negra, mate y waterproof del delineador con la que garantizan una sujeción total cuando se aplica en dos capas.
Para retirar las pestañas magnéticas, desde la marca explican que tan solo hay que tirar suavemente de los postizos y eliminar con mucho cuidado los restos de eyeliner de las bandas imantadas de cada tira, la razón es que son reutilizables, por lo que cuanto mejor se cuiden más tiempo aguantarán perfectas. El segundo y último paso consiste en desmaquillar el delineador de la propia piel con un limpiador a base de aceite. Un método fácil con el que se consigue un dos en uno: el rabillo del ojo que sigue de moda temporada tras temporada y unas pestañas mucho más largas que terminan de embellecer cualquier look.
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Además del eyeliner magnético existe otro método de aplicación de estas pestañas que se pueden utilizar una y otra vez. En este caso se utilizan dos juegos de tiras, ambas imantadas, y se colocan una por encima de las pestañas lo más pegada posible a la base y la otra igual pero por el otro lado. El imán de ambas hará que las tiras se atraigan entre sí y que el postizo permanezca pegado hasta separarse de nuevo. En este caso no es necesario el paso del delineador, pero aumenta ligeramente la sensación de peso en los ojos.
Al igual que las postizas tradicionales, las pestañas magnéticas también están disponibles en diferentes estilos que viajan desde el efecto natural que añade una densidad y longitud moderadas, ideal para las que buscan un acabado que parece cosa de genética, hasta las dramáticas con las que elevar la intensidad de los looks más festivos. Ardell, Catrice o Yolistar son algunas de las marcas que han comenzado a lanzar esta innovadora tecnología con la que prometen unas pestañas XL incluso para las que no tienen ninguna experiencia en esto de colocar postizos.