Ayer por la noche se celebró en Madrid la presentación de Libre, el nuevo perfume de Yves Saint Laurent. El evento contó con una invitada de excepción, Dua Lipa, imagen de la fragancia y protagonista de una velada en la que las celebrities patrias se pusieron sus mejores galas. Entre ellas se encontraban Ana Rujas, Marta Torné y Jessica Goicoechea, un trío que, sin proponérselo, dictaminó cuál será el look de invitada perfecta con el que triunfar cuando comiencen a bajar las temperaturas. Con un maquillaje de fiesta centrado en los ojos y un recogido pulido que centra toda la atención en el rostro, las dos actrices y la modelo consiguieron marcar tendencia gracias a un resultado universalmente favorecedor.
La actriz Ana Rujas triunfa en la última noche de septiembre con un maquillaje de ojos en tono verde botella con destellos de purpurina. La tendencia fantasía que ha popularizado la serie 'Euphoria' llega a España en una versión más ponible pero igualmente espectacular. El truco para dejar que la mirada sea la máxima protagonista consiste en mantener los labios en tonos neutros (con un bálsamo de labios sería suficiente) y en unificar el tono de la piel para camuflar imperfecciones. El recogido con raya a un lado también permite despejar la cara por completo, un peinado de invitada ideal que aumenta la sofisticación del look final.
Marta Torné apuesta (y gana) por una mirada conquistada por el glitter. La actriz rodea el contorno de los ojos con purpurina plateada que atrapa toda la luz de los focos. Un gesto muy importante cuando se utilizan sombras de colores claros es aplicar máscara de pestañas para redibujar la forma y dar intensidad a la mirada. Al igual que Ana, los labios de Marta permanecen neutros con un nude de subtonos rosados que combina con el colorete para armonizar todo el maquillaje. El broche de oro lo pone el moño alto al más puro estilo Jennifer Lopez, un recogido que además suma centímetros de altura.
Por último, Jessica Goicoechea se atreve con la sombra de ojos ‘efecto antifaz’ que alarga la mirada hasta el infinito. El negro satinado con el que crea el ahumado casi llega a unirse con el extremo exterior de la ceja y lo utiliza también para remarcar la zona inferior de los ojos. En el caso de Jessica, un tono plateado es el encargado de dar luminosidad al conjunto: al aplicar este tipo de colores en el arco inferior de la ceja se consigue un ‘efecto lifting’ que abre la mirada, al igual que cuando se pone en la esquina del lagrimal, porque consigue que la expresión parezca más descansada y preparada para mirar a la cámara.