Tengas la edad que tengas, con este toque de maquillaje parecerá que has dormido 8 horas
A los 20, 30... y 50: Nadine Leopold, Amber Heard y Julianne Moore confirman en el Festival de Cannes el truco de belleza más fácil para un aspecto descansado
El Festival de Cannes 2019 arrancó el pasado martes 14 de mayo con una alfombra roja por la que desfilaron celebrities de la talla de Eva Longoria, Nieves Álvarez o Selena Gomez. Todas las estrellas que acuden al evento anual, celebrado en la idílica ciudad de la Costa Azul, lucen sus mejores galas y confían en un equipo de maquilladores y peluqueros para posar ante el objetivo de las cientos de cámaras que las esperan en el paseo de La Croisette. Ayer, tres de las asistentes coincidieron al llevar un maquillaje de ojos con el que salir mejor en las fotos, y es que, con este truco profesional parece que se han dormido más horas en solo 30 segundos.
Nadine Leopold, Amber Heard y Julianne Moore recurrieron al mismo gesto de belleza que ilumina la mirada de forma instantánea. Consiste en aplicar un punto de luz en el lagrimal del ojo, un recurso que, aunque parezca simple, es capaz de transformar por completo un rostro cansado. Y es que, cuando se duerme menos de lo necesario la zona del ojo se oscurece, un problema que se soluciona rápidamente al aplicar un poco de iluminador en este lugar clave.
La modelo de 25 años Nadine Leopold, optó por un maquillaje natural en el que se apreciaba el iluminador en tono champán con el que lograba este ‘efecto apertura’, un color ideal para aquellas que tengan la piel bronceada como la austriaca. Amber Heard, al contrario, tiene la piel más clara y rosada que Nadine, por lo que la actriz de 33 años elige un color plateado para dar luminosidad al lagrimal y lo aplica también encima del hueso de los pómulos, con lo que se consigue que parezcan más elevados.
A sus 58 años, Julianne Moore impacta en cada una de sus apariciones públicas gracias a su elegancia. En esta ocasión, luce la versión más discreta de este truco de maquillaje gracias a un iluminador sin purpurina ni partículas reflectantes, sino con un acabado sutil que imita el aspecto que adquiere la piel cuando tiene luminosidad de forma natural. Tres mujeres de diferentes edades que demuestran que este gesto de belleza tan sencillo es universalmente favorecedor.