Se llama 'yoga skin' y conseguirá que tu piel no se vea apagada en invierno
Justo a tiempo para las temperaturas bajo cero, esta técnica de maquillaje de tendencia recrea la luz tras una sesión de asanas
Durante el invierno, la piel sufre los estragos de los cambios de temperatura constantes, desde el frío intenso del exterior al calor de la calefacción de los sitios cerrados. Una de las principales consecuencias que tiene estas variaciones en el termómetro la sufre el rostro, que se deshidrata y muestra un aspecto más apagado, cansado y con textura irregular debido a la sequedad. Justo a tiempo para combatir el problema, llega una nueva tendencia de maquillaje natural con la que el cutis recupera un aspecto radiante, jugoso y de acabado homogéneo; se llama yoga skin (piel de yoga) e imita el efecto descansado y luminoso que promete esta disciplina fitness.
La creadora de la técnica se llama Sara Hill, una maquilladora profesional que ha explicado a varios medios estadounidenses los secretos de la tendencia. “Saludable, luminosa, hidratada, radiante, ligera y natural. Piel que parece piel en su mejor momento”, describe. Una propuesta irrechazable que comienza con la limpieza facial, continúa con la aplicación de una prebase y, lo más importante, un tercer paso que consiste en la mezcla de tres productos: una base de maquillaje líquida, una gota de aceite facial y una pequeña cantidad de iluminador líquido. Este trío debe convertirse en una textura homogénea y aplicarse con las yemas de los dedos sobre el rostro.
El método de aplicación con las manos es fundamental para lograr el efecto buena cara que ha inventado Hill: “Consigue activar la circulación, te relaja, deshincha y logra que la base se asiente mejor. Aplícala capa tras capa hasta que estés contenta con la cobertura creada. Recomiendo esperar un poco entre capa y capa”. Para terminar, la experta aconseja no utilizar polvos compactos encima, en todo caso en las zonas en las que suelen aparecer exceso de brillos como la frente, la nariz y la barbilla.
Como aceite facial existen muchas opciones ya que es una textura que ha ido ganando adeptas desde hace un tiempo. Un ejemplo es el ya icónico Beautifying Face Oil (78 €), de Tata Harper, o los distintos aceites de Clarins (45,50 €), con tres fórmulas distintas destinadas a pieles secas o rosadas, deshidratadas y mixtas o grasas. En cuanto al iluminador líquido, Glow Mon Amour (12,95 €), de L’Oréal Paris, tiene un dosificador con el que poder aplicar exactamente la cantidad de producto necesario, o High Beam (28,95 €), de Benefit, con un pincel que también permite más control.