¿Te imaginas darle oro o diamante a tu piel? Sí, no hablamos de forma figurada. Si tienes intención de ofrecerle lo mejor, ¿por qué no probar con algunos de los ingredientes más exclusivos? Su uso en cosmética y en tratamientos estéticos es lo que se ha bautizado por algunos especialistas en cuidado de la piel como mineralocosmética, como nos explica una de las grandes defensoras de esta tendencia, Myriam Yébenes, directora del Instituto Maribel Yébenes de Madrid, quien nos cuenta que precisamente su centro fue pionero en aplicarlo en los tratamientos en cabina, “aprovechando la cantidad de propiedades que a día de hoy nos siguen aportando este tipo de minerales”.
Es la propia Myriam quien nos cuenta que “en el mercado, existen numerosos productos de cosmética con piedras semipreciosas como la malaquita o la amatista, piedras preciosas como el diamante, rubí o zafiro, o metales preciosos, tan aclamados en belleza, como el oro o la plata ya que aportan muchísimos beneficios en la piel”.
Pero, ¿cuáles son sus propiedades concretas? Te damos algunos ejemplos de las más utilizadas con la ayuda de los expertos.
- Oro. Podríamos considerarlo, sin miedo a equivocarnos, el metal ‘rey’, también en cosmética. “El oro es uno de los minerales que más me gustan, de hecho en el Instituto contamos con un tratamiento innovador en el que incorporamos oro a la radiofrecuencia para reafirmar la piel”, nos cuenta Myriam Yébenes, a la vez que nos habla de sus beneficiosas propiedades: favorece la estimulación celular, regenera la piel, mejora la circulación sanguínea e hidrata dejando la dermis luminosa y receptiva a la cosmética que apliquemos. Además, favorece la formación de colágeno y elastina. “Como cito en mi libro, Cómo gustarte y gustar. Mis secretos de belleza, Cleopatra ya utilizaba mascarillas de oro en polvo combinadas con cremas para aportar luminosidad a la piel”, nos cuenta.
También usan este ingrediente en la Clínica Mira + Cueto, en concreto en su Ritual Dermosmético Joya Efecto Flash, un tratamiento de efecto inmediato, que integra ingredientes tan lujosos como el oro, el caviar o el polvo de diamantes con principios activos más propios de la medicina estética occidental, como el retinol. Nos explican que el oro es considerado un elixir de juventud por la farmacopea china desde los tiempos de la dinastía Ming, a la vez que nos hablan de otros de sus “poderes” como parte integrante de las fórmulas cosméticas: logra un efecto tensor inmediato, actúa como 'escudo' defensivo frente a los radicales libres y como vehículo para otros principios activos, ayudándoles a penetrar hacia capas más profundas de la piel. En general, se puede decir que renueva y revitaliza, protegiendo la epidermis de las influencias medioambientales y, además, gracias a su carga energética, estimula la energía vital y ayuda al cutis a reflectar mejor la luz, haciéndole ganar brillo.
- Diamante. Se lleva utilizando desde hace siglos en cosmética porque su dureza permite arrastrar la suciedad y las células muertas de la piel. De hecho, el polvo de diamante es muy común en exfoliantes. Es el mineral más duro del mundo y como tal, una vez convertido en polvo micronizado y gracias a su enorme proporción de carbono, funciona como un peeling mecánico de excepción, ejerciendo un poderoso pero suave efecto de arrastre de las células muertas, al masajearlo sobre la piel. Además estimula la microcirculación y tiene propiedades cicatrizantes. “Uno de mis sérums favoritos es CSW Brightening Diamond de Swiss Line, ya que sus partículas de diamante consiguen relajar las líneas de expresión e iluminar la piel y mejorar las irregularidades de la tez”, explica Myriam Yébenes.
- Zafiro. Es una piedra preciosa azul, una variedad de óxido de aluminio. Normalmente se usa como restaurador de la piel, uñas y cabello. También es frecuente su aplicación en productos antitranspirantes.
- Malaquita: es un mineral rico en cobre con propiedades antirradicales libres, antipolución o antiestrés. “En el Instituto de Maribel Yébenes lo utilizamos en Sapphire Touch, un protocolo reafirmante y drenante que combinamos con 3 tecnologías y una mascarilla de malaquita para obtener doble eficacia”, nos cuenta su directora.
- Rubí. En el Instituto Maribel Yébenes nos explican que el extracto de rubí aporta toda su riqueza en minerales estimulando, reenergizando y reparando la piel, a la vez que ayuda a retexturizarla afinando el grano.