Ser ángel de Victoria’s Secret, embajadora de Lancôme y una de las modelos del momento tiene muchos pros y algún que otro contra, como levantarse un día en Nueva York y acostarse en Tokio con el jet lag acumulado. Sin embargo, Taylor Hill ha encontrado la clave para acudir a sus numerosos eventos de alfombra roja con una cara radiante: un maquillaje de noche que camufla las ojeras y, además, disimula las arrugas del párpado inferior si fuera necesario. La 'magia' se consigue con una técnica muy conocida y utilizada para looks nocturnos, el ahumado, combinada con toques estratégicos de máscara de pestañas para rejuvenecer de inmediato la mirada y compensar la falta de sueño.
El maquillaje de Taylor se consigue, en primer lugar, maquillando el párpado superior con el tono elegido – los tierra, dorados o naturales son a los que más recurre la estadounidense – y utilizando el mismo pigmento también sobre el párpado inferior, desde el lagrimal hasta la esquina exterior. Difuminar bien la sombra de ojos con un pincel específico para la zona es imprescindible para conseguir un acabado limpio y un resultado efectivo. Además, elegir una sombra clara como dorada o champán para iluminar el lagrimal o el arco inferior de las cejas es otro truco profesional con el que abrir la mirada en pocos segundos.
El segundo y último gesto consiste en no limitar la máscara a las pestañas superiores, sino incluir también las inferiores en el look. De esta forma, se camufla sutilmente el párpado inferior, una zona en la cual se evidencias los signos del cansancio. Una capa de máscara es suficiente para no recargar demasiado el resultado final, aunque es importante tener en cuenta que, si se tienen los ojos de forma redondeada, añadir este producto tanto arriba como abajo potencia esta redondez. Aunque puede utilizarse la misma máscara de pestañas para ambos grupos de pestañas, los cepillos más precisos, como Extended Play Lash Mascara de M.A.C, consiguen una aplicación más fácil con menor riesgo de mancharse la piel de alrededor.