Mechas Shatush, la coloración para quienes nunca quisieron teñirse
Las llaman las herederas del Balayage y permiten aclarar hasta tres tonos el cabello de rubias, castañas, pelirrojas y morenas
Ni las discretas copper lights de Meghan Markle ni el apetecible rubio mantequilla de Karlie Kloss (o cualquier otro tono de la paleta cremosa que reina esta primavera) son capaces de convencer a algunas mujeres para lanzarse al extenso universo de los tintes y las mechas. Al contrario que celebrities como Kim Kardashian o Selena Gomez, protagonistas de algunos de los últimos cambios de look más radicales, son muchas las que nunca cambiarían de color de pelo, ya sea porque adoran su tono natural o porque no quieren someterse a la esclavitud -de cuidados en casa y de visitas a la peluquería- que puede implicar.
Sin embargo, es muy posible que estas mismas mujeres sí deseen una melena más brillante, si tienen el cabello grueso, o con más movimiento, cuando es demasiado fino, y la forma más rápida de conseguirlo es a menudo recurrir a la coloración. Una de las técnicas más solicitadas esta temporada en los salones puede cumplir todos los puntos en su lista de requisitos: más luz y vitalidad en el cabello, pero sin pasar por un cambio de look. Hablamos de las mechas Shatshu, a las que algunos coloristas se refieren como "las herederas del Balayage".
"Con las mechas Shatshu se potencia la luminosidad del cabello, como si los rayos del sol incidieran directamente en la melena, creando vetas entre el pelo que aportan mucho más dinamismo y movimiento", nos explica Víctor Latorre, hair colorist de Art Lab Salon, en Madrid. El look sunkissed es uno de los más buscados en peluquería y otras técnicas de coloración como las mechas Californianas, el Balayage o las Babylights también se inspiran en ese favorecedor efecto que logran sobre el pelo unos días en la playa. Las mechas Shatush, según nos explica Latorre, logran ese mismo estilo, pero con un resultado todavía más natural en el que se funde a la perfección los finísimos mechones teñidos y aquellos no coloreados.
"Las mechas Shatush tienen mucha similitud con las mechas Babylight, pero consiguen unos reflejos todavía más finos y naturales. Por otro lado, su diferencia con las Californianas o el Balayage es que las Shatush comienzan desde la raíz, a diferencia de las dos anteriores, que solo trabajan desde medios o puntas". Al colorear de raíz a puntas, el efecto de las mechas Shatush es más uniforme y no se diferencian dos partes a lo largo de la melena como sucede con las Californianas, por lo que resultan mucho más naturales.
Gracias a estas mechas, el cabello puede aclararse de dos a tres grados, sea cual sea el tono de base. "La técnica de mechas Shatush se adapta perfectamente a cualquier tipo de color: rubios, castaños, pelirrojos o morenos", nos confirma Latorre, que las recomienda para cualquier corte de pelo y tanto en melenas lisas como rizadas, porque aportan un beneficio determinado a cada una: "en los cabellos finos y lisos, dan una apariencia de mayor volumen, mientras que en los cabellos gruesos y rizados, definen sus ondas".
Frente a otras técnicas de coloración más agresivas o que tiñen por completo la melena, con las Shatshu el cabello no sufre tanto y su mantenimiento es más sencillo. Igual que sucede con otras mechas finitas, las visitas a la peluquería pueden espaciarse más, unos cuatro meses aproximadamente. Muchos beneficios, y un solo "pero": no permiten un cambio drástico, según nos explica Víctor Latorre. "Es una técnica más adecuada para aquellas mujeres que prefieren un cambio de look sutil, para aquellas que buscan que su melena luzca con mayor luminosidad y dinamismo, sin llegar a efectos más radicales". O, en definitiva, para aquellas que nunca quisieron teñirse.